Harry Potter y las Reliquias de la Muerte

Siempre voy a recomendar Harry Potter, puesto que es un libro que ha iniciado en la lectura a muchos niños. Pero los adultos también podemos leerlo. Esta última entrega es fascinante, pero hay que haberse leído los otros seis o, al menos, tener un conocimiento sufuciente de las anteriores entregas. Es muy interesante la relación entre todos los pesonajes y el mismo Harry simboliza el héroe anti-heroe, el heroe por accidente, pero que ha de cumplir un deber insoslayable que el destino le ha marcado.

La autora se supera en este séptimo libro de Harry Potter. Echa mano de una gran imaginación en los momentos de más emoción de la trama, y presenta dos versiones del carácter de Harry: en la primera parte muestra un Harry dubitativo que no sabe como embocar la misión que tiene que llevar a cabo, y sus amigos se enfadan con él e, incluso, parece desconfiar de él. En la segunda parte Harry, que ha despejado sus dudas afronta con decisión su destino.

Es de destacar las virtudes humanas que afloran en el comportamiento tanto de Harry como de sus amigos, por contraposición con sus enemigos –“los malos”-.

Con este volumen, la autora, cierra la historia, dando explicación a todas las preguntas que han quedado en el aire del relato, dando como resultado una obra interesante para jóvenes y para aquellos seguidores de Potter no tan jóvenes.