Historias de detectives

Selección juvenil de relatos de detectives, escritos por célebres autores del género. En conjunto, se trata de siete relatos breves: los dos primeros (Los crímenes de la calle Morgue, donde se presenta el tópico de la habitación cerrada, y La carta robada) pertenecen a Edgar Allan Poe (1809-1849) y están protagonizados por el detective Auguste Dupin. Los dos siguientes (La banda de lunares y Silver Blaze) son dos casos del famoso Sherlock Homes, escritos por Sir Arthur Conan Doyle (1859-1930). El quinto relato, El chal de seda roja, es obra de Maurice Leblanc (1864-1941) y está protagonizado por el conocido ladrón de guante blanco Arsène Lupin. Y los dos últimos casos (La cruz azul y El jardín secreto) están protagonizados por el célebre Padre Brown, creado por G. K. Chesterton (1874-1936).

El autor de esta edición y de la adaptación de los relatos es Miquel Pujadó, que se ha encargado de traducir las obras y de adaptarlas reduciendo los diálogos y simplificando algunos pasajes con un lenguaje más apropiado para el público juvenil actual, “pero sin eliminar ninguno de sus aspectos esenciales”. Así en ellos se mantiene la primera persona testigo, como voz del narrador, ya que los colaboradores de los detectives son los encargados de contar los casos de forma que le dan credibilidad y verosimilitud a la narración. También esta edición cuenta con las ilustraciones de Óscar T. Pérez, muy realistas y llenas de color, que representan con acierto tanto a los personajes protagonistas como los ambientes de la trama.

Además, Miquel Pujadó completa la obra con una introducción sobre el género detectivesco y el origen de las narraciones policíacas, y un apéndice con una biografía breve de cada uno de los cuatro escritores mencionados. De esta forma, el joven lector puede conocer el inicio del género actual que se remonta a las primeras décadas del siglo XIX, momento en el que confluyen la publicación de Los crímenes célebres de A. Dumas con gran éxito, la creación de los primeros cuerpos estatales de Policía (como Scotland Yard en 1829) y la aparición de la Criminalística como ciencia, de la mano de la Agencia Nacional de Detectives Pinkerton en Estados Unidos en 1850. En cuanto al género literario, se  considera que la ficción policíaca y detectivesca se inicia con Los crímenes de la calle Morgue de E. Allan Poe, publicada en 1841, cuya adaptación se incluye en esta selección de relatos.