La casita bajo tierra 1. Cosecha de amigos

Los Zarzamora son una familia de liebres: Mirna es una artista del bricolaje, Sam trabaja para un periódico y sus hijos, Tom, Oli y Lena, son trillizos ¡pero muy distintos! Lena es estudiosa y marisabidilla, Tom siempre está listo para jugar y Oli todavía está buscando su lugar en el mundo.

Cuando la familia Zarzamora se muda a Rocadeliciosa, su nueva vida no pinta tan bien como esperaban: no deja de nevar y la casa que les han vendido los Saltarriba se cae a pedazos... Para colmo, ¡alguien ha robado las pinturas de la habitación de los trillizos! Con paciencia, un pastel y algunas herramientas... ¿les bastará para sentirse como en casa?

"La casita bajo tierra" es una serie de primeras lecturas con el espíritu de los grandes clásicos de la literatura infantil: animales que hablan, bosques y aldeas llenas de vida, casitas diminutas con todo lo necesario: familia, amigos y mucho corazón. Una serie que hará las delicias de pequeños y grandes.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2020 B de Blok
96
978-84-17736-73-6

Ilustraciones de Toni Galmés

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Precioso relato infantil, en el que se recrean las características de los cuentos clásicos de animales. Se trata del primer episodio de la serie titulada “La casita bajo tierra”, que está protagonizada por los Zarzamora, una encantadora familia de liebres que viven en la Gran Encina situada en el valle de Rocadeliciosa. Siguiendo los rasgos del cuento clásico tradicional, los personajes están humanizados, pueden hablar y habitan en una confortable casita con todo tipo de comodidades: baño, cocina, chimenea, dormitorios… y además un sótano muy especial. Los Zarzamora forman una alegre familia numerosa compuesta por Sam, el padre, director del periódico local; Mirna, la madre, una artista de la carpintería; y sus tres revoltosos hijos, los trillizos Tom, Lena y Oli, de carácter muy diferente, pero siempre dispuestos a jugar.

En este primer libro, la familia Zarzamora recuerda su llegada al valle: hace ya casi un año, al comienzo de la primavera, se trasladaron a este hermoso lugar, el valle de Rocadeliciosa y su frondoso bosque. Allí habían comprado la casa de la Gran Encina a los señores Saltarriba, pero quedaron decepcionados al ver el estado del interior de la vivienda: el papel de las paredes roto y sucio, arañas sin cuento, la chimenea atascada, los dormitorios polvorientos… Sin embargo, con buen ánimo, alegría y la ayuda y colaboración de todos los vecinos consiguen crear un hogar confortable donde vivirán grandes aventuras. De esta forma, en el relato se destaca el valor de la unión de la familia para afrontar los problemas y la importancia de la convivencia, la generosidad y la amistad con los vecinos y los demás habitantes del valle.

Con un estilo cuidado y rico en vocabulario, poético y lleno de luz, la escritora Catalina González Vilar narra una maravillosa historia, entrañable y divertida, sobre la familia, los amigos y el cuidado de la naturaleza: sus preciosas descripciones del bosque traen "aromas de romero, tomillo y lavanda". A este hermoso texto, se unen las espléndidas ilustraciones de Toni Galmés, elaboradas con tinta y acuarela, llenas de color, minuciosas y cuidadas al detalle, que también recuerdan los magníficos dibujos de los cuentos tradicionales. En palabras del ilustrador mallorquín, "me encantó el proyecto porque recordaba a los cuentos ingleses, que versan sobre la naturaleza y los animales, de escritoras e ilustradoras como Beatrix Potter y Jill Barklem". En ellas, los pequeños lectores podrán reconocer a los personajes, el bosque y la casa de la Gran Encina, “que volvía a estar llena de vida”.