La insoportable levedad del ser

Es una historia de amor, de celos y sexo, de traiciones y muerte, y también de las debilidades y paradojas que marcan la vida de dos parejas cuyos destinos se entrelazan irremediablemente.
El lector penetra en la trama de actos y pensamientos que el autor va tejiendo en torno a sus personajes. Los celos de Teresa hacia Tomás motivados por su irrefrenable deseo de otras mujeres, el idealismo de Franz, amante de Sabina, y la necesidad de ésta, amante también de Tomás, de perseguir una libertad que tan sólo la conduce a la insoportable levedad del ser, todo ello se convierte en una reflexión sobre los problemas filosóficos que afectan a cada uno, cada día.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2006 Tusquets
329
9788472236820

Traducción del checo por Fernando Valenzuela
 

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Imagen de enc

Leo la reseña de Azafrán y no encuentro el porqué de una calificación tan baja, aunque quiero suponer que la causa es el erotismo. En su momento ojeé este libro y lo que más me llamó la atención de él fue ese planteamiento de "problemas filosóficos" por parte de su autor. No es una novela de entretenimiento. No quiero quitarle valor al libro, ya que lo han ensalzado autores conspicuos, pero pienso que carece de interés para la mayoría de los lectores. En su momento me llamó la atención que personas conocidas, cuando eran interrogadas sobre qué libro estaban leyendo, contestaran que "La insoportable levedad del ser". Posiblemente se lo aconsejaran sus asesores de imagen por que insisto, no me pareció un libro fácil de leer. Supongo que pasará a la Historia de la Literatura su título, que está ciertamente bien hallado.

Imagen de Azafrán

Se podría decir que es una novela porque cuenta la historia de Teresa y Tomás, de Sabina y de Franz y del mundo en el que viven con sus circunstancias históricas (la ocupación rusa de la República Checa). Pero también se podría decir que Kundera utiliza ese relato para explicar sus ideas sobre esa invasión –Praga, 1968-, sobre las relaciones humanas-, sobre el amor humano, sobre el mundo de los sueños y su influencia en la vida real, sobre la muerte…
Novela y ensayo van pues mezclados. Y determinan la línea temporal del relato: Kundera vuelve, una y otra vez atrás para explicar los motivos que llevaron a los personajes a tomar una determinada decisión y sus consecuencias.
En cuanto a la expresión del lenguaje, Kundera utiliza un tono filosófico en las exposiciones de sus ideas; y alegorías y comparaciones en las partes noveladas que alcanzan un lirismo delicado y conmovedor -cuando explica el cariño que existe entre Tomás y Teresa, los sentimientos de ambos hacia su perro, Karenin,…
El análisis de la situación histórica, la represión a la que se ven sometidos los ciudadanos checos, el ostracismo y la persecución contra los disidentes, la pérdida de libertad ya no sólo de expresión, también en la vida privada debida al espionaje, la pobreza generalizada, en fin, la degradación social, parece un análisis acertado si tenemos en cuenta el devenir de la Historia.
El problema fundamental que encuentro en este libro es el paralelismo que el autor establece entre ese análisis histórico y el análisis psicológico al que somete la conducta sexual de sus personajes. Quiero decir que lo acertado del análisis histórico –respaldado por la Historia que todos conocemos, incluida la caída del muro de Berlín y la apertura actual de Rusia a Occidente-, no tiene por qué ser una garantía de exactitud en cuanto al análisis psicológico de sus personajes.
Kundera utiliza el mito de Edipo –el rey que ignorante de su condición de hijo mata a su padre y se casa con su madre- para afirmar que la vida nos enseña que Edipo no debería haberse arrancado los ojos pues la ignorancia exime del cumplimiento de la ley. E igualmente exentos de pena o castigo estarían las conductas sexuales desordenadas de sus personajes, cuando en el fondo no se sabe la razón por la que así actúan. Justifica una pasión ciega, que arrastra a la infidelidad a pesar de que haga sufrir a la persona a quien se le debe dicha fidelidad.
Por eso sus personajes tienen que ser solteros, divorciados, o, al menos, sin hijos. Porque esa conducta desenfrenada hace sufrir a terceros como en el caso de Teresa que sufre ansiedad por las traiciones de Tomás: Tomás lleva una doble vida. Por un lado el cariño que manifiesta a Teresa en su vida matrimonial. Por el otro su desenfrenada búsqueda del placer sexual en toda clase de mujeres.
Lo mismo acontece con la otra pareja formada por un soñador, Franz, quien deja a su mujer, Marie Claire, y a su hija para rendirse a su amante, Sabina. Pero Sabina no quiere ningún tipo de compromiso y desaparece. No acepta la entrega de Franz porque en el fondo no quiere ningún tipo de atadura.
El sufrimiento que causan las conductas disolutas de Tomás y de Sabina llevan a la muerte de sus parejas, Teresa y Franz. Kundera, utilizando la belleza de un lenguaje poético y apelando al erotismo del corazón humano, no sólo consigue mantener la atención del lector. También consigue que los sentimientos del lector se confundan y llegue a considerar al doctor Tomás, capaz de enfrentarse al régimen totalitario del invasor y de renunciar al ejercicio de la medicina por mantenerse fiel a sus convicciones políticas, como un auténtico héroe. Su conducta disoluta e infiel, deja de ser un obstáculo para ese ascenso a la heroicidad justificada, mejor sublimada, por el sentimiento de cariño que le mantiene al lado de Teresa mientras la consuela del dolor que le causa su constante infidelidad.
Sabina también se convierte en un hito de la feminidad posmoderna. Una feminista a ultranza que triunfa social y económicamente. Que abandona la caduca Europa con sus rancios cánones de belleza. Como artista triunfa en América y llega a hacer desaparecer su procedencia checa. Disfruta de su sexualidad sin comprometer ni su persona ni su futuro. Lo único que le ata a su pasado será un sombrero hongo que había pertenecido a su abuelo e incluso ese sombrero lo utiliza como un elemento más de su ritual erótico.