La lectora de Jade

Jade, una joven periodista decepcionada por una reciente ruptura decide «secuestrar» a su abuela Jeanne para impedir que la internen en una residencia. Juntas se van a vivir al piso de Jade en París, donde emprenderán un viaje literario y emocional que les cambiará la vida para siempre. Jeanne le confesará a Jade que lleva toda la vida leyendo libros a escondidas, porque en su pueblo y en su época no estaba bien visto que las mujeres leyeran, ya que se consideraba una pérdida de tiempo. Los conocimientos literarios de Jeanne impresionan a Jade que le propone a su abuela que lea la novela que ha escrito y que han rechazado varias editoriales. La joven descubrirá en su abuela una voraz y apasionada lectora, y entre ellas se establecerá un diálogo que les ayudará a comprender el sentido de la novela de Jade y de sus propias vidas. Gracias a su abuela, Jade conseguirá el valor y la confianza necesarias para volver a enamorarse de un joven y atractivo médico indio llamado Rajiv. Y Jeanne, por su parte, en sus intentos por encontrar a un editor para la novela de su nieta, conocerá a Albert, un veterano y culto editor con el que descubrirá que el amor se puede presentar a cualquier edad.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2013 Principal de los Libros
288
Valoración CDL
3
Valoración Socios
2.666668
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Imagen de polvorista

Es una historia sencilla y bonita. Una periodista francesa se entera de que van a ingresar a su abuela en una residencia y la "secuestra" llevándola a vivir con ella a Paris. Allí descubre a una mujer culta y adorable. Mientras se van describiendo las vidas de las dos mujeres, recuerdos, vivencias, miedos y ambiciones, el ambiente se impregna de la sabiduría y riqueza de la literatura: la influencia que ejercen los libros, lo que enriquecen, el punto de vista del lector, lo que ha de tener en cuenta el escritor, etc. Sin embargo la narración es irregular. Mientras unos pasajes son realmente sugerentes y brillantes otros no dejan de ser rutinarios. Te atrapa la personalidad de la abuela y su experiancia de la vida. De otra parte es una pena que nunca se trate la vida moral mas que desde una visión exclusivamente increyente que lleva a algún breve pasaje erótico. El final, realista y duro te interpela.

 

Imagen de amd

~~Novela de sugerente título, con la que se puede disfrutar de la literatura dentro de la literatura, no solo para poder apreciar el proceso de creación de la obra literaria  y su posterior revisión, sino también por la mención de obras y autores de la literatura universal que ponen a prueba nuestras propias lecturas.
La obra presenta una historia entrañable basada en la relación de una abuela y su nieta Jade, donde destaca el valor de las personas mayores en nuestra sociedad (la gran labor de la “tercera edad”) y el papel trascendente que pueden desempeñar en nuestras vidas por su cariño, su dedicación, su cercanía, su tiempo (porque, a principios del siglo pasado “eran otros tiempos”). De hecho, el título de la novela en versión original es “La Grand-mère de Jade”, es decir, la abuela que aporta su propio punto de vista a los diversos acontecimientos.
Ambos personajes, las dos protagonistas, van a estar estrechamente unidos por su relación familiar, por su pasión literaria (bien como lectora o bien como escritora) y, finalmente, por el sentimiento amoroso que se despierta en cada una de ellas. Aunque en el caso de Jade, este amor nos resulta excesivamente exótico en todos los aspectos, la autora resuelve con acierto la situación y deja asombrado al lector con un final sorprendente que confiere un sentido distinto a toda la narración. 

Imagen de Azafrán

Novela que describe la relación entre una abuela y su nieta, una treintañera que se dedica a escribir artículos periodísticos para una revista frívola de moda y mujeres. Una joven que aún procediendo de la Saboya, se ha aclimatado a la ciudad parisina, a sus neblinas y a su clima nostálgico.
La nostalgia empapa la novela pero el lector no sabrá hasta qué punto es así si no llega a las últimas páginas.
De todos modos, en la memoria quedan retazos de las relaciones que vivimos con los seres que nos son próximos y a la par que los echamos de menos se nos viene a la cabeza multitud de ocasionas que no disfrutamos o de las que nos privamos por falta de tiempo o por falta de perspectiva para dilucidar qué es lo auténticamente importante en nuestra vida.
Jade, la joven periodista parisina, descubre la personalidad de su abuela. La mujer de la alta Saboya que crió una familia numerosa propia y que cuidaba niños ajenos como medio de vida. Nunca hubiera imaginado que aquella mujer era una lectora asidua y escondida de lo mejor de la literatura francesa y universal. Y que además podía dar cuenta, con cierto sentido crítico, de sus lecturas “a escondidas”.
También Jade cree descubrir los sentimientos, los afectos más íntimos de esta mujer, sus aspiraciones en el terreno afectivo, de esta mujer ya anciana. Los secretos bien guardados de toda una vida.
El lugar donde tiene lugar esta serie de descubrimientos poco importa- Pudiera ser en la Saboya francesa o en el piso que la joven habita en París. En realidad se trata de un descubrimiento de la vida interior de dos mujeres separadas pertenecientes a generaciones muy diferentes.
La joven vive una decepción amorosa. Un joven de aspecto europeo por el que ha perdido el interés después de cohabitar con él durante varios años. Sin embargo, descubre el amor, la pasión amorosa por un hindú de cuyo exotismo parece sentirse cautiva. ¿Qué le pasa a la vieja Europa que parece decepcionar a las generaciones nuevas? ¿Por qué ese interés por lo desconocido, lo exótico? ¿Es ese interés tan superficial que sólo busca asistir a las ceremonias religiosas orientales como a una comida en la que se experimentan nuevos sabores?
Ese es el presente de la joven periodista: se plantea cohabitar con el joven hindú. El presente de la abuela, al menos lo que la joven cree descubrir, es una relación con un editor. Una relación basada en el común interés por la literatura. Y que se nutre del pasado de ambos ancianos, la abuela y el editor, en el que aparece un noble afincado en Saboya y que tiene relación con ambos.
Para Jade, la joven periodista parisina, la relación con su abuela y los descubrimientos que hace sobre su vida pasada y presente, corre paralela a la corrección de su primera novela. Precisamente su abuela se convierte en su lectora y crítica y en el acicate que necesita para corregir y mejorar este su primer relato.