Lucía siempre había estado muy contenta... hasta que un día descubrió una preocupación.
Un libro sensible y tranquilizador para hablar con los niños y ayudarlos a que compartan sus preocupaciones, no importa lo grandes o pequeñas que sean.
Álbum ilustrado sobre las emociones y las dificultades que pueden tener los niños para verbalizar sus sentimientos. La protagonista es Lucía, una niña alegre y divertida, a la que le encanta jugar y explorar lugares curiosos en el jardín. Hasta que un día descubre que tiene una preocupación; al principio, es una preocupación pequeñita, pero poco a poco se va haciendo más grande porque Lucía no sabe explicar lo que le pasa. Solamente ella la ve, ni siquiera sus compañeros de clase ni su profesora ni sus padres se han dado cuenta de que la tiene. Y así, “Lucía tuvo la sensación de que nunca volvería a ser feliz”. Pero todo cambiará cuando descubra que hay otros niños como ella que también tienen preocupaciones.
En este breve relato que ha obtenido un gran éxito, Tom Percival, ilustrador y escritor británico, presenta un tema muy interesante que puede afectar con frecuencia a los niños: tristeza, pena, intranquilidad, miedo, preocupación por pequeñas cosas que se van agrandando en su mente cuando no se comparten y que el niño sufre en silencio. En este sentido, los psicólogos aconsejan crear un clima de diálogo y confianza en casa y en el colegio para facilitar la comunicación y que el niño pueda expresar sus preocupaciones. Muchas veces, su malestar se puede manifestar en comportamientos inusuales (no querer jugar, mostrarse triste y apático, hablar poco, o incluso padecer dolor de tripa o de cabeza). Entonces, conviene ayudarlo a verbalizar sus sentimientos mediante juegos, dibujos y, especialmente, mediante la lectura de este tipo de historias donde se refleja claramente el problema y su solución.
Por último, hay que destacar las preciosas ilustraciones del autor que juega de forma magnífica con los dibujos y con los colores, con las acciones de los personajes y los fondos de página. Así, al principio, Lucía se muestra radiante y alegre, hasta que llega la preocupación en color amarillo y su mundo se va llenando de colores oscuros, grises y negros. Solamente cuando su preocupación es compartida y comienza a encoger, las páginas se vuelven a llenar de color. En este trabajo, el autor ha contado con la colaboración y los dibujos de niños de Primaria, y este libro está dedicado a la clase de los Peregrinos del Colegio de Educación Primaria Gastrells (Stroud, Reino Unido), de 2017, por sus geniales dibujos.
Comentarios
Álbum ilustrado sobre las
Álbum ilustrado sobre las emociones y las dificultades que pueden tener los niños para verbalizar sus sentimientos. La protagonista es Lucía, una niña alegre y divertida, a la que le encanta jugar y explorar lugares curiosos en el jardín. Hasta que un día descubre que tiene una preocupación; al principio, es una preocupación pequeñita, pero poco a poco se va haciendo más grande porque Lucía no sabe explicar lo que le pasa. Solamente ella la ve, ni siquiera sus compañeros de clase ni su profesora ni sus padres se han dado cuenta de que la tiene. Y así, “Lucía tuvo la sensación de que nunca volvería a ser feliz”. Pero todo cambiará cuando descubra que hay otros niños como ella que también tienen preocupaciones.
En este breve relato que ha obtenido un gran éxito, Tom Percival, ilustrador y escritor británico, presenta un tema muy interesante que puede afectar con frecuencia a los niños: tristeza, pena, intranquilidad, miedo, preocupación por pequeñas cosas que se van agrandando en su mente cuando no se comparten y que el niño sufre en silencio. En este sentido, los psicólogos aconsejan crear un clima de diálogo y confianza en casa y en el colegio para facilitar la comunicación y que el niño pueda expresar sus preocupaciones. Muchas veces, su malestar se puede manifestar en comportamientos inusuales (no querer jugar, mostrarse triste y apático, hablar poco, o incluso padecer dolor de tripa o de cabeza). Entonces, conviene ayudarlo a verbalizar sus sentimientos mediante juegos, dibujos y, especialmente, mediante la lectura de este tipo de historias donde se refleja claramente el problema y su solución.
Por último, hay que destacar las preciosas ilustraciones del autor que juega de forma magnífica con los dibujos y con los colores, con las acciones de los personajes y los fondos de página. Así, al principio, Lucía se muestra radiante y alegre, hasta que llega la preocupación en color amarillo y su mundo se va llenando de colores oscuros, grises y negros. Solamente cuando su preocupación es compartida y comienza a encoger, las páginas se vuelven a llenar de color. En este trabajo, el autor ha contado con la colaboración y los dibujos de niños de Primaria, y este libro está dedicado a la clase de los Peregrinos del Colegio de Educación Primaria Gastrells (Stroud, Reino Unido), de 2017, por sus geniales dibujos.