La Reina oculta

Molist vuelve a parecer salir airoso, de los líos en donde se mete. Después de dar repaso por enésima vez al mundo de los cátaros y parecer elogiarlos, añade un remake del Código Da Vinci, y vuelve a presentarnos a la descendiente de Jesucristo. Y, finalmente, presenta a un Rey de Aragón dispuesto a aliarse con quien sea contra el Papa. Todo acaba reconduciéndose merced a Santo Domingo de Guzman y, finalmente, triunfa el amor y la verdadera fe en la Iglesia de Jesucristo hecha vida en los santos y en los mártires. El único problema es que monta tal lio que acabará desconcertando a muchos de los lectores, con esta fábula histórica. Al menos, con poca carga erótica, como otras de sus novelas