La ruta del Okavango. Diario de un viaje

La obra, enmarcada en las siempre sugerentes tierras africanas, relata una historia intimista y descriptiva, centrando su atención en esa voz que todo viajero lleva dentro cuando se expone a los estímulos de su viaje. Lo que ve, lo que siente, lo que reflexiona y sobre todo, lo que evocan los paisajes por los que pasa. La brújula interna que lleva al espíritu a enfrentarse a su propia condición y lo devuelve de nuevo a casa, mezclado con el alma de todas las cosas descubiertas.

Un diario honesto, narrado desde la sensibilidad y la sinceridad de quien viaja, que sintetiza reflexiones profundas desde un lenguaje más cercano a la poética que a la prosa, características que se subyugan al nexo de unión que fluye en todas las creaciones de este autor, en cuyo mundo se acentúa todo aquello que crece y se transforma en el intenso viaje que supone el efímero tránsito de la existencia.

En ella se conserva intacto el espíritu del viaje, no solo como encuentro y experiencia personal, sino, lo que es más importante, como estímulo interior y desencadenante de una nueva percepción del mundo y de la propia realidad.

A nivel formal, la obra separa, dentro de cada capítulo, incluso a nivel tipográfico, los hechos y anécdotas concretos de la experiencia, de aquellos pensamientos más íntimos y universales que conectan a la persona con su globalidad. África es el hilo conductor pero la vida en si misma es la protagonista.

Un libro, pues, que puede ser calificado como poesía de viajes, acerca de un continente tan lleno de palabras como es África.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2008 Atlantis
195
9788496621558

El libro contiene 37 imágenes, 25 a color y 12 en BN, que complementan la descripción de paisajes y situaciones vividas en el continente Africano.

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Comentarios

Imagen de Zirano

Comentarios de algunos lectores reseñados en otras fuentes de información:

“…he sentido África, he cavilado sobre nuestro mundo y el Mundo, sobre nuestra vida y la Vida y, sobre todo, he sentido ese latigazo interior que te acelera el corazón cuando te identificas plenamente con experiencias y sensaciones ajenas…”

“…tengo la impresión de haber podido tocar un poquito la realidad del continente africano, cuya belleza tan bien se describe a través de colores, olores, sensaciones… Es también el espejo de una vivencia muy personal, un viaje interior hacia lo profundo, lo auténtico, allí donde está la paz…”

“…se hablaba del azar que «dirige» nuestras vidas, que de nada sirve lamentarse de los errores. Fue uno de esos fragmentos, entre otros muchos, que hacen que detengas un momento la lectura y te pares a pensar por un instante. Y personalmente, eso es lo que más busco en un libro y no siempre se consigue, que una frase, un párrafo, te haga pararte a reflexionar sobre tu propia existencia…”