Tercera parte de las aventuras de dos chicos y una chica que llevan una doble existencia, como humanos en la Tierra y como criaturas míticas, serpiente alada, dragón y unicornio hembra respectivamente, en el mundo fantástico de Idhún
Leí este libro curiosa por lo que leían mis sobrinos y pensando en mis tres hijos un poco más pequeños. Desde luego, nunca recomendaría esta trilogía a los adolescentes. La distinción entre el bien y el mal es borrosa, basada únicamente en el sentimentalismo, el amor de verdad, exclusivo, entre hombre y mujer, se presenta como un intento de "poseer" a la otra persona, la protagonista Victoria tiene relaciones, en este tercer tomo incluso sexuales, con sus dos amigos, y la divinidad, representada por los siete dioses idhunaicos, es un ente en el mejor de los casos desentendido de las personas y en el peor claramente destructiva.
El libro, teneis razón, es muy largo, pero la historia una vez empezada da para mucho y supongo que la autora estaria de acuerdo conmigo. Lo que no puedo negar es que el libro esta genial y que no es nada previsible, siempre pasa alguna cosa que se te habia escapado a la hora de pensar. Yo le recomendaria el libro a la gente que no le gusta que le den los libros de forma llana y simple, sino que les gusta pensar en diversas posibilidades y puede dar sentido a las cosas que quedan abiertas en esta ultima parte de la triologia.
Comparto lo que comentan otros socios. Excesivamente larga y con unas relaciones afectivas y sexuales no sólo complicadas sino tortuosas. La publicidad que se ha hecho de él en las librerías lo presentan como un libro para jóvenes, en realidad, estos modelos referenciales de conducta parecen poco apropiados para chicos/as adolescentes.
Es excesivamente larga aunque hay un predominio absoluto de la forma dialogada. El número de personajes secundarios es demasiado grande. El entorno en que viven los protagonistas está caracterizado por la magia, los oráculos y el culto a siete dioses, el séptimo de los cuales es de rango diabólico. Por otra parte, la relación entre la faceta humana de los tres personajes centrales,que en este libro ya han llegado a la primera juventud,se constituye no ya en una mera rivalidad entre los chicos frente a la chica, sino en que aquéllos comparten a ésta desde el punto de vista sexual. Esto se narra como algo aceptable y generoso, igual que la incierta paternidad de los dos hijos nacidos en consecuencia.
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Leí este libro curiosa por lo que leían mis sobrinos y pensando en mis tres hijos un poco más pequeños. Desde luego, nunca recomendaría esta trilogía a los adolescentes. La distinción entre el bien y el mal es borrosa, basada únicamente en el sentimentalismo, el amor de verdad, exclusivo, entre hombre y mujer, se presenta como un intento de "poseer" a la otra persona, la protagonista Victoria tiene relaciones, en este tercer tomo incluso sexuales, con sus dos amigos, y la divinidad, representada por los siete dioses idhunaicos, es un ente en el mejor de los casos desentendido de las personas y en el peor claramente destructiva.
El libro, teneis razón, es muy largo, pero la historia una vez empezada da para mucho y supongo que la autora estaria de acuerdo conmigo. Lo que no puedo negar es que el libro esta genial y que no es nada previsible, siempre pasa alguna cosa que se te habia escapado a la hora de pensar. Yo le recomendaria el libro a la gente que no le gusta que le den los libros de forma llana y simple, sino que les gusta pensar en diversas posibilidades y puede dar sentido a las cosas que quedan abiertas en esta ultima parte de la triologia.
Comparto lo que comentan otros socios. Excesivamente larga y con unas relaciones afectivas y sexuales no sólo complicadas sino tortuosas. La publicidad que se ha hecho de él en las librerías lo presentan como un libro para jóvenes, en realidad, estos modelos referenciales de conducta parecen poco apropiados para chicos/as adolescentes.
Es excesivamente larga aunque hay un predominio absoluto de la forma dialogada. El número de personajes secundarios es demasiado grande. El entorno en que viven los protagonistas está caracterizado por la magia, los oráculos y el culto a siete dioses, el séptimo de los cuales es de rango diabólico. Por otra parte, la relación entre la faceta humana de los tres personajes centrales,que en este libro ya han llegado a la primera juventud,se constituye no ya en una mera rivalidad entre los chicos frente a la chica, sino en que aquéllos comparten a ésta desde el punto de vista sexual. Esto se narra como algo aceptable y generoso, igual que la incierta paternidad de los dos hijos nacidos en consecuencia.