Mofeto y Tejón

Relato infantil inspirado en los cuentos clásicos de animales. Tal y como indica el título, los protagonistas son Tejón y Mofeto, que aparecen personificados, pueden hablar y realizan acciones similares a las de cualquier ser humano. Desde hace tres años, Tejón vive en la casa de ladrillo de la tía Lula en el pequeño pueblo de North Twist. Allí realiza su “importante labor petrológica”, ya que es un gran estudioso de las rocas y de los minerales. Para realizar este importante trabajo y colaborar en el desarrollo de la ciencia, ha necesitado la ayuda y protección de su tía Lula, una marta muy rápida y charlatana, que le cedió generosamente la casa. Pero un día, sin previo aviso, se presenta en la puerta Mofeto, una mofeta canija, con la cola como un plumero, sonrisa amplia y maleta roja, que no le gustó nada a Tejón. Mofeto afirma que la tía Lula también le ha ofrecido la casa para vivir allí porque el pobre se encuentra en una situación apurada: “No todo el mundo quiere tener cerca una mofeta” (p. 19).

De esta forma, la trama principal del relato plantea la necesidad de que dos seres muy diferentes tienen que aprender a convivir, a comprenderse y a respetarse mutuamente: por un lado, Tejón es un científico estricto, estudioso, muy organizado, que apenas sale de casa; mientras que a Mofeto, locuaz y divertido, le gusta contemplar el firmamento, hablar con las gallinas y leer largas historias  como Enrique V de Shakespeare o el cuento de Pollita, la Magnífica. Para conseguir la tranquilidad en la casa y una buena convivencia, tendrán que aceptar unas normas básicas y superar sus diferencias. Así pues, se trata de una obra muy recomendable en la que se pueden encontrar interesantes consejos para pequeños y adultos, como la necesidad del silencio y de la concentración para el estudio; la importancia de conversar, de exponer las opiniones e intercambiar ideas; la ayuda y la colaboración para realizar las tareas de la casa; saber reciclar, mantener el orden y la limpieza, y no almacenar cosas inútiles; y también el valor de las comidas, de compartir los alimentos y hacer un buen desayuno que es la mejor comida.

Con un lenguaje sencillo, divertido y ameno, lleno de rasgos de humor, la autora Amy Timberlake ha creado una “extraña” y curiosa pareja destinada a convertirse en un clásico dentro de la literatura infantil. Así, este primer episodio de la posible serie ha sido galardonado como mejor libro del año según People Magazine, Chicago Public Library, New York Public Library y veinte listas más. Además de los magníficos textos, hay que destacar las divertidas ilustraciones de Jon Klassen, la mayoría en blanco y negro, muy significativas para identificar y reconocer a los personajes y sus acciones. Como se puede leer a lo largo del relato, estamos ante una obra  “para nuestros pequeños lectores: menudos, pero nunca insignificantes” (p. 114).