¿Un conservador o un reformador? ¿Un reaccionario o un revolucionario? En torno a Pío X (1903-1914), el primer Papa del siglo XX, sigue cerniéndose todavía hoy una sombra compleja y alargada, con su consiguiente controversia.
Fue, sin duda, el pontífice que condenó el modernismo, y también el que legó dos memorables instrumentos -uno jurídico, el Código de Derecho Canónico; otro doctrinal, el Catecismo que lleva su nombre-, al tiempo que, con la supresión del derecho de veto, liberó a la Iglesia del abrazo letal de las grandes potencias. Y, además, tuvo la iniciativa de reformar oportuna y radicalmente la Curia Romana, y la liturgia, y la música sacra y... hasta la piedad eucarística de niños y mayores.
¿Ante quién estamos, pues: un nostálgico del pasado o un precursor del futuro? Gianpaolo Romanato responde a la pregunta con un ameno paseo por la vida de José Sarto, desde sus humildes raíces en la campiña véneta hasta la silla romana de Pedro. Con penetrante mirada de historiador, el profesor Romanato expone, documenta, contrasta y enjuicia con rigor y perspectiva el itinerario vital de un hombre y de un papa que sigue sin dejar a nadie indiferente.
Comentarios
El autor, Profesor de
El autor, Profesor de Historia contemporánea en la Universidad de Padua, ha escrito veinte libros y numerosos artículos. Ha dedicado mucha atención a Pío X y su pontificado y publica ahora una gran biografía de síntesis.
Con un estudio profundo de las fuentes y la bibliografía secundaria, en la que ha investigado durante años, ha escrito una biografía crítica y muy documentada de José Sarto, desde su infancia, sus estudios en el seminario, su ejercicio de párroco en dos localidades, vicario canciller en la diócesis de Treviso, obispo de Mantua, patriarca de Venecia y Papa.
Con una gran experiencia de almas y de gobierno desde la base, es un papa que se distingue por las reformas que emprendió de gran calado: la reforma de la Curia Romana; la codificación del derecho canónico que culminó en el primer código de derecho canónico, aprobado por su sucesor; la reforma litúrgica y en particular, de la música sacra con la restauración del gregoriano; la visita apostólica a todas las parroquias de la diócesis de Roma; el nombramiento de visitadores apostólicos que calibraron el estado de las trescientas diócesis italianas y ese estudio sirvió para el nombramiento de nuevos obispos y la reestructuración de las diócesis; la visita apostólica a todos los seminarios italianos; la prohibición del veto de las potencias católicas en la elección del Papa; la creación de las Acta Apostólica Sedis, el boletín oficial de la Santa Sede; la mejora de la piedad cristiana, con el adelanto de la Primera Comunión de los niños a los siete años; el Catecismo de Pío X; la condena del modernismo…
La biografía señala los aciertos y errores de la persona y de sus actuaciones en diálogo con la historiografía contemporánea y de un modo sereno y equilibrado, y muy bien contado, emerge la gran figura de san Pío X, hombre de salud fuerte y con gran capacidad de trabajo y de gobierno, prudente, piadoso, sobrio y pobre, resolutivo y con capacidad de mando, a veces duro con el vicio y los errores teóricos, pero compasivo y misericordioso con los que se equivocaban, que emanaba simpatía y empatía con sus interlocutores, a la vez que no le faltaba fortaleza para corregir los errores, si era preciso con dureza; no era hombre de muchos estudios teóricos, pero sí pragmático y cercano.
La biografía de Gianpaolo Romanato es magnífica y, como siempre, la historia que es maestra de vida, también lo es en este caso para los tiempos actuales en algunas cuestiones parecidas a las que tuvo que afrontar el Papa Sarto (1903-1914).