Schlumpf, Erwin: Homicidio

En esta novela, también conocida como El inspector Studer, Glauser presenta por primera vez a quien llegó a ser su personaje más emblemático, el del policía que, más que resolver los casos planteados para satisfacer el ansia deductiva de sus lectores, se nos muestra como un observador—poeta teñido de humorismo—que, por las características de su oficio, puede destapar ciertos hechos sin levantar grandes escándalos en la muy ordenada sociedad suiza. A pesar de que Glauser quería que sus libros fueran leídos como novelas policíacas sin mayor pretensión, consiguió convertirse en referente inexcusable y brillante para la narrativa policíaca centroeuropea.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2003
232

Narrativa del Acantilado, 44
Traducción de Jorge Seca

Valoración CDL
3
Valoración Socios
3.333332
Average: 3.3 (6 votes)
Interpretación
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6 valoraciones

Género: 

Comentarios

Imagen de Porto

Se puede calificar de novela policiaca ya que tiene todos los ingredientes del género, pero a la vez nos lleva a un mundo de la sociedad rural suiza desconocido y que se aleja de la imagen esterotipada que tenemos de ese país. y que en el fondo es igual en todos los lugares del occidente. Las mismas ambiciones, los mismos defectos, las mismas virtudes. ¿En qué radica la novedad de la novela? Pues en parte en lo que he apuntado, en parte en la forma en que el autor traza el perfil psicológico de los personajes: algunos son muy incompletos, le bastan unos pocos rasgos, en otros como en el caso del inspector Studer ya son más exactos. De todas maneras no creo que sea una novela que vaya a gustar a muchos tanto por el modo de llevar la acción como por los personajes que no son ni atractivos, ni agradables: todos son anonidos, incluído el mismo inspector.

Imagen de cdl

En esta novela, también conocida como El inspector Studer, Glauser presenta por primera vez a quien llegó a ser su personaje más emblemático, el del policía que, más que resolver los casos planteados para satisfacer el ansia deductiva de sus lectores, se nos muestra como un observador—poeta teñido de humorismo—que, por las características de su oficio, puede destapar ciertos hechos sin levantar grandes escándalos en la muy ordenada sociedad suiza. A pesar de que Glauser quería que sus libros fueran leídos como novelas policíacas sin mayor pretensión, consiguió convertirse en referente inexcusable y brillante para la narrativa policíaca centroeuropea.