Francia, en un futuro próximo. A las puertas de las elecciones presidenciales de 2022. Los partidos tradicionales se han hundido en las encuestas y Mohammed Ben Abbes, carismático líder de una nueva formación islamista moderada, derrota con el apoyo de los socialistas y de la derecha a la candidata del Frente Nacional en la segunda vuelta. François, un profesor universitario hastiado de la docencia y de su vida sexual, que a sus cuarenta años se había resignado a una vida aburrida pero sosegada, ve cómo la rápida transformación que sucede a la llegada del nuevo presidente al Elíseo altera la vida cotidiana de los franceses y le depara a él un inesperado futuro. Los judíos han emigrado a Israel, en las calles las mujeres han cambiado las faldas por conjuntos de blusas largas y pantalones, y algunos comercios han cerrado sus puertas o reorientado el negocio. Y la Sorbona es ahora una universidad islámica en la que los profesores conversos gozan de excelentes salarios y tienen derecho a la poligamia. Al igual que Huysmans, el escritor del siglo XIX convertido al catolicismo al que consagró su tesis, François sopesará pronunciar las palabras que le abrirán las puertas de la religión islámica y de una nueva vida: «No hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta.»
Sumisión llegó a las librerías francesas el mismo día del trágico atentado contra Charlie Hebdo y Houellebecq, acusado de islamofobia o de dar alas a la extrema derecha, afirmó: «No tomo partido, no defiendo ningún régimen. Deniego toda responsabilidad. He acelerado la historia, pero no puedo decir que sea una provocación, porque no digo cosas que considere falsas sólo para poner nerviosos a los demás.» Más allá de la polémica, Sumisión es una novela de «política ficción» –como 1984 y Un mundo feliz–, una turbadora fábula política y moral, en la que coexisten intuiciones poéticas, efectos cómicos y una melancolía fatalista.
«Si hay alguien hoy, en la literatura mundial, que reflexiona sobre la enorme mutación que todos sentimos que se halla en curso sin que tengamos los medios para analizarla, es Houellebecq» (Emmanuel Carrère).
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2015 | Anagrama Panorama de narrativas |
281 |
9788433979230 |
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Houellebecq manifiesta por
Houellebecq manifiesta por boca de François, el protagonista de Sumisión, haber pasado su “triste juventud” trabajando sobre la tesis doctoral, defendida ante el tribunal de la Universidad de París IV-Sorbona, cuyo título era Joris-Karl Huysmans, o la salida del túnel. En esa tesis explica como el escritor francés Huysmans se enfrenta a una situación de hastío, a la edad de cuarenta y cuatro años: “tengo el corazón endurecido y ahumado por las parrandas, no valgo nada.” (Cfr. cita con la comienza Sumisión).
Huysmans, a la misma edad que el protagonista de Sumisión, François, asqueado por la búsqueda del placer, ingresa en un monasterio y se convierte al catolicismo.
Ambas, la cita y la afirmación inicial sitúan al lector ante una situación de angustia vital. Misma situación en varios planos inter conexionados, entre los cuales el lector tendrá que interpretar el futuro de su país, Francia:
1 la vida de Joris-Karl Huysmans,
2 la vida de Des Enseintes, el protagonista de la obra huysmansiana Al revés,
3 la vida del profesor de la Sorbone, François, y
4 el devenir de la vida de Francia, con sus principales actores, la política y la economía.
En cuanto a Huysmans, Michel Houellebecq presenta al lector los hechos y datos que él considera imprescindibles. Quizás, lo más relevante sea el propio paralelismo entre la vida de Huysmans y el protagonista de la obra más representativa de este autor, El Marqués Des Esseintes.
“Huysmans nació y vivió en el distrito 6 de París. Su obra, Al revés, es un relato en el que no ocurre nada. Des Esseintes, el protagonista, es un hedonista que trata de buscar el placer en todo lo que le rodea. El relato consiste en la descripción de todo lo que puede producir placer el comer, la bebida, la música, la pintura y, como no, la literatura.” Pág. 47
El protagonista de Al revés, es pues un noble rico que se retira en un palacete. Se dedica a disfrutar sobre todo de la literatura. En un momento dado emprende un viaje a Londres, motivado por la lectura de la obra de Charles Dickens. Pero no llega más allá del primer día de viaje, cuando reflexiona sobre la superioridad del placer de conocer una ciudad a través de la lectura evitando así los inconvenientes del viaje; tras esta reflexión desiste y retorna a su mansión.
Así pues, nos encontramos con el plano de la vida de Huysmans superpuesto al plano de la vida de Des Enseintes. Ambos recluidos en un espacio, París, y con un propósito hedonista, consagrados a disfrutar de los placeres, hasta llegar a un punto de imposible solución. Pero en el momento final cuando el hastío es la situación en la que ambos se encuentran.
A estos dos planos el lector tendrá que añadir un tercer plano que se refiere a la vida del “alter-ego” de Houellebecq, el profesor de la Universidad de París, François, que cercano a los cuarenta y cuatro años, ha disfrutado igualmente de todos los placeres sexuales posibles. De hecho, la repetida descripción de esos placeres, de sexo por el sexo, se acercan a lo pornográfico, sino no lo son. Reconoce que la Universidad tiene el aliciente de permitirle contactar con jovencitas, la última de las cuales, judía, se despide de François con una tórrida sesión de sexo, por traslado de su familia a Israel.
Por último, el lector asiste al proceso electoral en Francia, país cuya vida social y política alcanza un punto crítico de no retorno, ante el empuje musulmán. Quizás sea la parte más ideológica, la que se refiere a la preponderancia de la influencia musulmana en el país. Francia, harta de su insatisfecha búsqueda del placer y sin fuerza moral, se abandone inerme a la pujanza del Islam. Houellebecq dedica unas páginas a rememorar el momento cuando “Carlos Martel derrotó a los árabes en Poitiers en 732…” Pág. 139
La fuerza moral y la unión de los franceses ante un ideal tuvieron su hito en Rocamadour: “La peregrinación a Rocamadour era una de las más famosas de la cristiandad. Enrique II Plantagenet, Santo Domingo, San Bernardo, San Luis, Luis XI, Felipe IV el Hermoso…, todos se arrodillaron a los pies de la Virgen Negra, todos ascendieron, de rodillas, las escaleras que conducen al santuario, rogando humildemente el perdón de sus pecados.” Pág. 150.
Pero la Francia del siglo XXI ya no participa de aquella pujanza moral. Y su población ha admitido en su seno el Islam, una comunidad que alcanza un 22,3% de la población total. “No fue hasta poco después de medianoche…, cuando aparecieron los resultados definitivos: Mohaed Ben Abbes, el candidato de la Hermandad musulmana, alcanzaba la segunda posición con el 22,3% de los votos. Con el 21,9%, el candidato socialista quedaba descartado. Manuel Valls pronunció un breve discurso, muy sobrio, en el que felicitó a los dos candidatos que habían superado la primera vuelta y postergó toda decisión hasta la reunión del órgano dirigente del Partido Socialista.” Pág. 74
Michel Houellebecq presenta al lector, en la tercera parte de Sumisión, a un profesor de la Sorbone, François, que se sumergido en unas votaciones en Francia de las que saldrá presidente el candidato musulmán.
¿Cómo puede llegar a consumarse esta derrota desde dentro? En la tercera parte de Sumisión, Houellebecq o François, su “alter-ego”, asiste al momento cuando “La UMP, la Unión de Demócratas e Independientes y el PS habían cerrado un acuerdo de gobierno, un “frene republicano amplio”, y se sumaban al candidato de la Hermandad Musulmana… El verdadero golpe genial del líder musulmán había sido comprender que las elecciones no se jugarían en el terreno de la economía sino en el de los valores; se presentaría la sharía como una opción innovadora o incluso revolucionaria, le restituía su valor apaciguador, tradicional, con un perfume exótico que la haría deseable…” pág. 144
¿Nadie se opondría a la fuerza islámica en las elecciones?
“Desde su creación, tanto e Frente Nacional como la Hermandad Musulmana eligieron la vía de las urnas; apostaron por llegar al poder respetando las reglas del juego democrático. Lo más curioso… y hasta puede parecer divertido, es que hace unos días, tanto los identitarios europeos como los yihadistas musulmanes se convencieron, cada uno por su lado, de que el partido contrario iba a ganar, que no les quedaba otra elección que interrumpir el proceso electoral en curso… Pág.135
Es decir que si no estuvieran seguros de vencer abortarían el proceso interrumpiéndolo pues conocen la ley que así lo prescribe. Bastarían unos altercados en algunos colegios electorales.
Y una vez que el islam alcance el poder ¿cuáles serán las consecuencias que de ello se derivarían?
1.- “Cuando los musulmanes lleguen al poder, los cristianos serán reducidos necesariamente a un estatus de dhimmis, ciudadanos de segunda clase: las subvenciones concedidas a las asociaciones católicas y al mantenimiento de los edificios religiosos serán aumentadas; de todas formas, las petromonarquías concederán a las mezquitas serán mucho mayores. De todas maneras, el verdadero enemigo de los musulmanes es el secularismo, el laicismo, el materialismo ateo… Para los judíos es evidentemente un poco más complicado… la cuestión palestina lo ha envenenado todo. Si realmente piensa obtener conversiones masivas entre los cristianos, y nada prueba que eso no sea así, sin duda se hace pocas ilusiones en lo que respecta a los judíos. Creo que lo que espera es que decidirán por sí mismos marcharse de Francia para emigrar a Israel.” Págs. 146 y 147
2.- La Hermandad Musulmana es un partido especial, como sabe: son indiferentes a muchos de los retos políticos habituales y, ante todo, no sitúan la economía en el centro de todo… Para ellos lo esencial es la demografía y la educación; … quien controla a los niños controla el futuro. Para la Hermandad Musulmana, todo niño francés debe tener la posibilidad de beneficiarse de una enseñanza islámica. En ningún caso, la enseñanza puede ser mixta y sólo algunas carreras estarán abiertas a las mujeres… La mayoría de las mujeres, después de la escuela primaria, serían orientadas a escuelas de educación doméstica y se casarían lo antes posible. Todos los docentes, sin excepción, deberán ser musulmanes, y, sobre todo, el propio programa escolar deberá adaptarse a las enseñanzas del Corán.” Págs. 78 y 79
3.- Mohammed Ben Abbes, el líder musulmán aclaró: “Las familias cada vez más deseaban para sus hijos una educación que no se limitara a la transmisión de conocimientos, sino que integrara una formación espiritual correspondiente a su tradición. Ese retorno de lo religioso es una tendencia profunda, que se extendía por nuestras sociedades… Se trataba de ampliar el marco de la escuela republicana, de hacerla coexistir armoniosamente con las grandes tradiciones espirituales -musulmanes, cristianas o judías- de nuestro país.” Págs. 104 y 105
La escuela republicana se quedaría igual, abierta a todos, pero con mucho menos dinero. Evidentemente, la escuela pública se convertirá una escuela a la baja y todos los padres preocupados por el futuro de sus hijos los matricularán en la enseñanza musulmana.” Págs. 80 y 81
4.- “El matrimonio musulmán, eventualmente polígamo, no tendrá ninguna consecuencia en términos de estado civil, pero será reconocido en los centros de seguridad social y los servicios fiscales y dará lugar a derechos.” Pág.80
5.- “En cuanto a la Unión Europea, los primeros países susceptibles de sumarse serán seguramente Turquía y Marruecos; luego vendrán Túnez y Argelia. A más largo plazo, está Egipto, que es una pieza más grande pero que sería decisiva. Paralelamente, cabe pensar que las instituciones europeas, que en la actualidad son poco democráticas, evolucionarán hacia más consultas populares. La verdadera ambición de Ben Abbes, es convertirse en su primer presidente electo de Europa, de una Europa ampliada, incluyendo los países del perímetro mediterráneo.” Pag. 148
Esta situación postelectoral de Francia ¿en qué afecta directamente a François? Representante de una sociedad en la que todo se mira desde la perspectiva de “mi placer” es algo a tener en cuenta. Pues, François, profesor de la Sorbone, se encuentra así:
1.- Es despedido porque no puede haber un profesor no musulmán en la universidad.
2.- Como tiene prestigio por su trayectoria profesional, le ofrecen un contrato mucho más sustancioso, pagado por las petromonarquías a condición de que se convierta al islám.
3.- Como la mayoría de las mujeres no podrán acceder a los puestos relevantes de la economía ni de la cultura, la competencia profesional se verá reducida a la mitad.
4.- Como los musulmanes admiten la poligamia podrá tener siempre una jovencita a su disposición.
El viaje que François emprende en la tercera parte de Sumisión huyendo hacia la frontera con España -libre aún del poder del islam- se interrumpe, como el viaje emprendido por Des Ensseintes, cerca de Poitiers donde conoce el resultado del día electoral. Allí se encuentra con una profesora, compañera de la universidad y su marido, policía de la central de inteligencia, despedido también; por ellos se entera de las consecuencias a nivel personal del triunfo del Islam en Francia. Así que retorna y acepta convertirse al Islam. Supongo que la mitad de la población de Francia, los hombres, aceptarían por las mismas razones “personales”.
Así vienen a confluir los cuatro planos que citaba al principio del comentario en una solución de tipo monoteísta porque “El humanismo ateo sobre el que descansa el “vivir juntos” laico está por lo tanto condenado a corto plazo, pues el porcentaje de la población monoteísta está destinado a aumentar rápidamente sin tener siquiera en cuenta la inmigración, lo que acentuará aún más el proceso.” Pág. 66
1.- Des Esseintes, protagonista de la obra de Huysmans Al revés está hastiado
2.- Huysmans está hastiado de su vida de hedonismo
3.- François, también se siente hastiado y no sabe cómo procurarse nuevos placeres sexuales.
4.- Francia harta de su vida consagrada al bienestar social ya no puede ofrecer más a sus electores que indolentes ante la llegada del islamismo carecen de fuerza para oponerse. Solo una minoría, los identitarios mantienen un ideal. “El Bloque Identitario era cualquier cosa menos un bloque, estaba dividido en múltiples facciones que se entendían mal y se llevaban peor: católicos, solidaristas ligados a la tercera vía, realistas, neopaganos, laicos puros y duros procedentes de la extrema izquierda… Pero todo cambió con la creación de los Indígenas Europeos…, los primeros ocupantes de Europa, y rechazamos la colonización musulmana; rechazamos igualmente las empresas norteamericanas y la compra de nuestro patrimonio por los nuevos capitalistas llegados de la India, China, etcétera.” Pág. 65
Francia sucumbe al Islam y Houellebecq se cura en salud añadiendo que él no es profesor de la universidad de la Sorbone y que todo parecido con la realidad es pura coincidencia.