Una mujer en Jerusalén

Un terrorista se inmola en el mercado de Jerusalén. Una mujer muere: era extranjera, vivía sola y nadie reclama su cadáver en la morgue. Sin embargo, Julia Ragayev tenía un trabajo; era empleada de la limpieza en una gran panificadora. Un periodista sin escrúpulos aprovecha el caso para denunciar la «falta de humanidad» de la empresa, que ni siquiera se había percatado de la ausencia de su empleada. El director de recursos humanos tiene que hacerse cargo del asunto y buscar remedio a los daños de imagen sufridos. Pero, tras asistir al emotivo entierro de la mujer, el caso se convierte para él en algo más importante que recuperar la simpatía de la opinión pública. Tendrá que devolver a Julia a su pueblo natal y su verdadero cometido consistirá en encontrar en su interior los recursos humanos necesarios para vencer la frialdad que parece extenderse sobre el mundo y sobre sí mismo.
 

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2008 Anagrama
287
978-84-339-7482-2
Valoración CDL
3
Valoración Socios
2.5
Average: 2.5 (2 votes)
Interpretación
  • No Recomendable
  • 1
  • En blanco
  • 2
  • Recomendable
  • 3
  • Muy Recomendable
  • 4

2 valoraciones

Género: 

Comentarios

Imagen de acabrero

La impresión final, al terminar de leer esta novela, es de que me han tomado el pelo. Me embarqué en la lectura porque el tema me pareció interesante. El cadáver de una mujer muerta en una atentado terrorista, que queda sin que nadie lo reclame. Una mujer perdida en Jerusalén, que no sabemos quien es, qué hace allí. Me pareció lenta, porque las páginas avanzaban y los sucesos eran mínimos. Pensé que estaba preparando a los protagonistas para una trama posterior más rica, pero la novela va decayendo y empobreciéndose, como si el autor no supiera cómo darle cuerpo o ni siquiera cómo acabar. Quizá el final, bastante absurdo, sí lo tenía previsto, pero cómo llega a él me ha parecido de mal gusto.