El ensayista, periodista y escritor Costica Bradatan (Dragoiesti, Rumania, 1971) ha redactado un sincero ensayo acerca del fracaso y de la humildad como palanca para la felicidad. Sólo quien aprende a encajar los golpes de la vida, los fracasos y sepa recomenzar con sus ideales de vida podrá lograr una cierta felicidad.
El trabajo se articula sobre la vida. Los fracasos y los actos de humildad de cuatro grandes personajes históricos de nuestro tiempo: Gandhi, Simone Weill, E. M. Cioran y Yukio Mishima. A ellos les dedica especial atención y sobre ellos va a desarrollar su argumentación.
Como el ensayo no tiene más estructura que la mencionada y se desarrolla a golpe de pensamientos que van envolviendo al lector, solo podremos decir que muchas veces fracasa con comentarios sin mayor interés y otras veces resulta sobrecogedor, por ejemplo, cuando parece que va a defender el suicidio, como resultado final del fracaso en los débiles (211). Es indudable, nos recuerda nuestro autor que “el fracaso puede hacer reaccionar” (35).
Hay que decir desde el comienzo que Costica Bradatan no se calla nada ni se para ante ningún límite en sus argumentaciones, por lo que será muy provocador muchas veces a lo largo de su ensayo.
Evidentemente, todo basculará sobre un principio elemental: que todos tengamos fracasos a lo largo de nuestra vida amorosa, social, profesional, intelectual o dialéctica, no implica, ni mucho menos, que seamos unos fracasados. Es fracasado el que deja de pelear, de ser creativo y de volver a abrirse camino (151).
El autor escribe para increyentes, por lo que en su argumentación no están presentes los mensajes habituales del humanismo cristiano sobre el sentido trascendente de la vida, la felicidad como fruto de la donación y el amor, et. Por tanto, toda su argumentación es sombría. Habría que recordarle que el mundo no es un fallo de Dos sino una invitación al amor y a vivir de amor (21).
Es interesante la descripción que hace nuestro autor del fracaso de la revolución comunista y el paraíso sin clases que terminaría por aplicar la crueldad para mantenerse en el poder, como escribía ya Lenin em 1918: “es necesario preparar el terror en secreto y con urgencia” (127).
Con respecto a la predestinación que aparece reflejada en el pensamiento de Calvino, nuestro autor carecerá de los conocimientos suficientes de teología para poder abordar la cuestión con un mínimo de solvencia, por lo que mejor es pasar discretamente sobre sus apreciaciones (158).
José Carlos Martín de la Hoz
Costica Bradatan. Elogio del fracaso. Cuatro lecciones de humildad, Anagrama argumentos, Barcelona 2025, 331 pp.