Sara Mesa (Madrid 1976), escritora de nuestro tiempo asentada en Sevilla describe como pocas veces se había hecho hasta ahora, unas oposiciones internas para cubrir unas plazas con funcionarios interinos.
La autora se detiene a describir unas oposiciones de carácter restringido, llenas de favoritismos, de enchufes, de familiares, de soplos de temas difíciles, de hábiles consejos y de la rumorología.
Por lo demás, las oposiciones serán lo más típico del mundo y por lo tanto, tratará del tema en sí mismo considerado: horarios, ritmos, cantar los temas, más todas las tensiones de la falta de trabajo real.
Verdaderamente Sara Mesa, se nota que ha vivido lo que cuenta, pues ha logrado una brillante exposición, totalmente realista, de los hechos, de las seguridades e inseguridades, de los avatares de la burocracia en la España democrática.
Estamos, por tanto, ante la novela realista realizada con la mejor de las maestrías, de modo que Sara Mesa se ha ganado un puesto en la novela de nuestro tiempo y será bien recibido.
El libro está bien escrito, mantiene el pulso narrativo y capta la atención del lector, tanto por el realismo con lo que lo escribe como por la sencillez en la exposición totalmente legible.
La novela está llena de buen humor y acierta a exponer la burocracia en nuestro país que, aunque haya abandonado ciertos hábitos, gracias a la informática, sigue estando necesitada de mejora tanto en el tipo de trabajo como en la organización del mismo.
Es un lugar común el pensamiento de que la informática no ha reducido el papel ni el número de funcionarios, sino aumentado por la dificultad de mantener los sistemas operativos, las averías y errores. Por supuesto, no disminuye el papel pues ahora se imprime con más frecuencia.
Indudablemente, la capacidad de observación de la protagonista, o de la autora de la novela, es sencillamente increíble, pues solamente con la descripción del local y de las personas y, sobre todo, de los pequeños ritos: llegada, salida, circunstancias diarias puede rellenar páginas y páginas de interés humano.
La novela es a veces sorprendente, viva e intensa, otras veces es vulgar, tediosa, aburrida, según desee describir la autora los estados anímicos de la protagonista o de otros actores de la misma. También según desee significar los días de la semana, las avalanchas de final de mes, o los días en medio. Por supuesto, la autora logrará que el lector llegue al final del libro y estará descansado.
José Carlos Martín de la Hoz
Sara Mesa, Oposición, Anagrama. Narrativas hispánicas, Barcelona 2025, 226 pp.