El autor tiene una relectura de la religión en la antigua Grecia, el imperio romano, en el antiguo Israel, en la Europa medieval, en el renacimiento, la reforma, la Ilustración, hasta llegar a la hora actual. Al final de su real análisis concluye que la religión no es sólo un componente de la historia y la cultura de Occidente, pero un rasgo permanente de la naturaleza humana. En lugar de negar el impulso religioso en la sociedad, nuestro objetivo debe ser promover una mejor comprensión de la dinámica interacción entre la fe, razón y libertad.