El 23-F estaba en el Congreso de los Diputados. Tuve una metralleta a un palmo de mi cintura. No me tiré al suelo. Aquella tarde y aquella noche supe de un modo definitivo que la libertad vale más que la vida. En pie, seguí escribiendo mi crónica: la más viva y palpitante que he escrito jamás. A partir de ese día empecé a indagar apasionadamente por qué había llegado a ocurrir aquello. Durante quince meses éste fue mi tema....