Madres, padres y educadores profesionales han convertido este libro en un éxito indiscutible por un motivo: sus técnicas dan resultado. Ofrecen métodos sólidos, cordiales y, por encima de todo, eficaces. Son medios innovadores para solventar problemas corrientes y ofrecen múltiples consejos para escuchar y comprender las preocupaciones de los hijos y fomentar la colaboración familiar sin agobiar a nadie.
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Padres y educadores tenemos muy grabados en nuestro bagaje emocional modos de corregir y educar donde predomina el elemento negativo: descalificaciones, comentarios negativos... Realmente no es fácil cambiar de estilo. En este libro, con abundantes ejercicios prácticos, se sugieren métodos eficaces para educar, sin dejar de exigir, con un talante más positivo. Es muy recomendable su lectura para padres y profesores. No se trata de exigir menos, se trata de exigir mejor.