Otoño de furia

Historia de Anwar el-Sadat, que accedió a la Presidencia de Egipto en 1970 como sucesor de Gamal Abdel Nasser. De la mano de los Estados Unidos concertó con el Primer Ministro israelí, Menahem Begin, los acuerdos de paz Camp David, por los que se ponía fin al un estado de guerra que mantenían ambos países desde 1948. Por dichos acuerdos Sadat y Begin recibieron el Premio Nobel de la Paz. La popularidad internacional del dirigente egipcio creció paralelamente a su enemistad con los demás dirigentes árabes, al haber actuado unilateralmente y de espaldas a los demás. Sadat gobernó Egipto con mano de hierro y, en medio de un ambiente de enorme impopularidad falleció en atentado sufrido el 10 de octubre de 1981.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
1982 Argos Vergara
262
84-7178-613-3

Subtítulo: El asesinato de Sadat.

Valoración CDL
0
Valoración Socios
3
Average: 3 (1 vote)
Interpretación
  • No Recomendable
  • 1
  • En blanco
  • 2
  • Recomendable
  • 3
  • Muy Recomendable
  • 4

1 valoraciones

3

Comentarios

Imagen de enc

Lo primero que afirma Mohamed Heikal es que Anwar el-Sadat, al que trató intimamente, no estaba preparado para ostentar la Presidencia de Egipto. Acomplejado por su sangre negra y origen humilde, buscó destacar y lo consiguió a la sombra del Presidente Nasser. Cuando éste falleció repentinamente, Sadat, que era Vicepresidente, accedió a la Presidencia. El autor lo llama "el complejo de Truman", haber llegado a la Presidencia por el fallecimiento inesperado de su titular. Desde entonces Sadat desarrolló un gobierno unipersonal. Ello nos lleva a la conclusión de que la primera corrupción de un país no es la económica, sino permitir que lo gobiernen personas incompetentes para ello; lo cual, por otra parte, en ciertas ocasiones es difícil de evitar.

El autor señala como Sadat utilizó propaganda y represión para mantenerse en el poder, pero que carecía de visión política y terminó siendo aborrecido por todos. Al final no pudo hacer frente a la oposición religiosa y fueron integristas islámicos los que terminaron con él.