Contando nubes

María tiene diecinueve años y está hundida. Tras haber sufrido un accidente de coche en el que se mató su novio y que casi le cuesta la vida a ella, decide pasar el verano con su abuela en el pequeño pueblo en el que veraneaba de niña, cuando se sentía feliz simplemente contando nubes. A pesar de su tristeza, el reencuentro con los amigos de la infancia irá calando en ella como un bálsamo más eficaz que todas las terapias a las que se ha sometido. Y sin quererlo, sin darse cuenta, vuelve a enamorarse. Sin embargo, la vida tiene un extraño sentido del humor, y el conflicto estalla en un triángulo amoroso lleno de remordimientos.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2018 Edebé
176
978-84-683-3524
Valoración CDL
3
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Imagen de amd

Novela juvenil de tipo psicológico sobre la pérdida de los seres queridos. La protagonista es María, una joven de diecinueve años, que pierde a su novio en un accidente de tráfico. En el trágico suceso, ella sufre también heridas muy graves físicas y psíquicas. Tras pasar tres meses en el hospital, se somete a un tratamiento psiquiátrico sin resultados apreciables: marcada por una actitud apática, pánico, náuseas y angustia, decide pasar los meses de verano en el pueblo de su infancia junto a su abuela Berta.

El relato está narrado en tiempo presente y en primera persona por la protagonista, que focaliza continuamente las acciones de la trama y describe de forma minuciosa sus sentimientos. La obra se divide en treinta y cuatro capítulos muy breves, que recorren los sucesos acaecidos durante un año: desde noviembre en que fallece su novio hasta el primer aniversario de su muerte. Los capítulos se agrupan en tres grandes partes de título muy significativo, ya que marcan la evolución de la protagonista a lo largo de la novela: “En busca de paz”, “Sombras y luces”, y “Empezando a vivir”.

En definitiva, se trata de presentar un proceso de superación ante la adversidad, el dolor y la muerte: cómo volver a vivir sin sentimientos de culpabilidad, cómo entender que los seres queridos se han ido para siempre. En este proceso de recuperación, juegan un papel fundamental, en primer lugar, la familia y, a continuación, los amigos: en este caso, los amigos de la adolescencia que han crecido con la protagonista.  Sin embargo, se echa en falta un planteamiento más trascendente de la vida y de la muerte, que se quedan reducidas a un ámbito puramente material.