El corazón de la libélula

Poemario con el que inicia su andadura en España la Biblioteca hispanoamericana Kolaval, con prólogo del catedrático y poeta Jaime Siles.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2020 Biblioteca Hispanoamericana Kolaval
168
978-84-122596-0-5

Edición en rústica, cuidada.

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De Antonio Barnés, son conocidos sus trabajos de investigación como filólogo y sus ensayos Elogio del libro de papel Los amores del Quijote, entre otros textos. Además, es uno de los impulsores del congreso internacional "Dios en la literatura contemporáne", que acaba de celebrar la IV edición en la Universidad Complutense. Lo primero que sorprende en este primer poemario de Antonio Barnés es la versatilidad, tanto en aspectos formales como de fondo. No parece un hecho descabellado si tenemos en cuenta su condición de filólogo y de profesor universitario, lo que presupone un buen acopio de lecturas variadas, una buena formación intelectual y cultural, etc. Además, por su tesis sobre Virgilio en el Quijote, se comprende también que, en el poemario, sean frecuentes las referencias a la mitología grecolatina, así como a escritores tanto clásicos como contemporáneos de muy variada procedencia. Pero, como señala Jaime Siles en el prólogo, esas pinceladas cultas no son culturalistas, pues tienen su sentido en el lugar que ocupan en el poemario. Formalmente nos encontramos con varios sonetos, con poemas rimados y con otros compuestos en verso libre, la mayoría son bastante breves. Los temas son también muy variados, pero siempre como una indagación e interpleación sobre el sentido de la existencia y sus misterios. Hay ironía, hay toques de humor, también la crítica inteligente a algunos tópicos muy en boga en el panorama actual, sobre aspectos culturales, docentes y  sociológicos, hay elogio de la vida cotidiana... Pero también hay lugar para las grandes cuestiones que a todos nos afectan, como el amor, la trascendencia, la existencia de Dios, la muerte, la fugacidad... Hay imágenes sorprendentes y muy logradas, como la de la libélula que da título al libro, hay poemas de corte autobiográfico y otros en que aflora también la literatura popular o el juego con palabras y sonidos... Pienso que este libro marca un buen inicio para Kolaval, pues se muestran unas sugerentes pautas de calidad e independencia. Luis Ramoneda