El secreto de Olga

Novela infantil sobre un futuro distópico (lejano o cercano), donde la Tierra está contaminada por la basura y apenas quedan árboles. En todas las ciudades se apilan montañas de basura, el aire está contaminado y el agua está llena de partículas de plástico: apenas quedan diez bosques en todo el mundo en zonas remotas y apartadas. Así comienza la historia de Olga, una niña de diez años, que nunca ha visto un árbol y solo los conoce por los libros y las viejas películas. Su hermana mayor Lina, de quince años, está enferma del pulmón y tiene que pasar horas enchufada a una máquina todos los días para poder respirar.

La preocupación de Olga por su hermana y su gran interés por la naturaleza han hecho que coleccione semillas y, en cinco años, ha conseguido que su cuarto parezca un pequeño jardín con macetas por el suelo y colgando por las paredes. Y este es su gran secreto: su habitación es un jardín secreto. Una noche, en un sueño, cree oír al espíritu del bosque y piensa que con su ayuda quizá su hermana podría curarse: para ello, solo tiene que encontrar el bosque más cercano. Con la ayuda de Marcos, su compañero de colegio, y un perro callejero que se apunta a esta aventura, Olga emprende el camino para intentar que sus sueños se hagan realidad.

Con esta obra, Patricia García-Rojo ha ganado el X Premio de Literatura Infantil “Ciudad de Málaga” 2019. Tanto por los temas tratados como por el estilo y la estructura de la narración, se trata de una obra muy recomendable. En ella, la autora nos habla de que la Tierra podría contar su historia, su adaptación a los cambios para sobrevivir en todos los tiempos, a las eras glaciales, a los dinosaurios… y todavía, a pesar de todo, tiene fe en la humanidad. Las relaciones familiares, el cariño fraternal, la amistad, el trabajo en equipo, el amor a la naturaleza, la cooperación y la colaboración de todos pueden conseguir grandes metas: porque los grandes cambios se hacen con gestos pequeños.

A los preciosos textos de Patricia, se unen las ilustraciones de María Corredera, con dibujos muy divertidos y llenos de color, significativos y claros para conocer a los personajes y los espacios que habitan. Como ella misma afirma, considera fundamental hacer proyectos personales, aportando un estilo fresco, desenfadado y centrado en aportar su visión a cada historia.