Un nuevo caso del comisario Dupin.
El doctor Chaboseau, respetado miembro de una de las familias más influyentes de Concarneau, aparece muerto en el patio de su domicilio durante las fiestas de Pentecostés.
Su distinguida esposa telefonea a la comisaría local en obras y con la mitad del personal ausente, salvo el comisario Dupin que, en lugar de irse de vacaciones, tenía pensado aprovechar esos días para pasear por sus rincones favoritos y disfrutar de las delicias locales en compañía de Claire.
Dupin comienza a investigar el entorno de Chaboseau, coleccionista de arte con intereses en distintas empresas y en proyectos inmobiliarios. Pronto las sospechas se centran en los personajes más importantes de la ciudad y la vida empieza a complicarse para el comisario.
En Asesinato en Concarneau, Dupin se enfrenta a uno de los enigmas más difíciles de su carrera. Un caso en el que la ambición, la tradición y los cadáveres se dan encuentro en un entorno idílico.
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Situada como todas sus
Situada como todas sus novelas en la Bretaña francesa y con el personaje del comisario Georges Dupin. Su admiración por Georges Simenon y su famoso Comisario Maigret son patentes en cada uno de sus libros y también en éste.
Precisamente en la ciudad de Concarneau, Simenon escribió uno de sus relatos, El perro canelo, basándose en un viejo caso real que ocurrió en esa ciudad. Bannalec, va a situar a Dupin en esta localidad enfrentado a un caso de asesinato, que estará relacionado con la novela de Simenon y con la historia real. Es como un acercamiento al método de Fred Vargas al relacionar un delito presente con una historia del pasado.
El relato transcurre muy plácidamente y en algunos momentos se puede leer con menos interés por la lentitud de los hechos, pero ese tiempo es el que autor dedica a recorrer la ciudad y su rica historia, parándose en sus monumentos, sus costumbres y de un modo particular en su gastronomía. Esta parte costumbrista, histórica y turística enriquece el relato, pero para el lector que busque la intriga y la acción puede resultar menos atractivo. En esos momentos se va descubriendo la personalidad de Dupin, su capacidad de observación, el carácter fuerte que a veces no sabe controlar, su trabajo incansable, su ironía que le sale con frecuencia y sobre todo su confianza en sus ayudantes: su secretaria de una eficacia inigualable que es una mujer casada que le controla bien, su ayudante, discreto y que aparece poco y las dos policías locales, diligentes y eficientes. Otro rasgo suyo es la rapidez con que resuelve los casos.
Dupin que está en la ciudad con su mujer, Claire, que prácticamente no interviene para nada, pero que conoce a todo el mundo como su marido, al que comprende en su trabajo. En medio de la tranquilidad veraniega y de vacaciones surgen los crímenes. El primero es el de un médico famoso que es precipitado a través de un ventanal en su propia casa. No es fácil sacar nada en claro y menos con su mujer, fría y arisca que muestra su prepotencia en cada conversación con Dupin. Se dan palos de ciego por todas partes para intentar tener un cabo del que tirar, pero todo son pistas falsas que en conjunto no conducen a nada. Como ya se apunta en la misma novela, la solución es más fácil y aparente de lo que creemos. Solo la historia pasada nos acabará dando la explicación de la presente.
La novela es simpática, agradable, se lee con facilidad, enseña historia y geografía y las páginas finales tienen un buen ritmo.
Novela policíaca de intriga,
Novela policíaca de intriga, protagonizada por el célebre comisario George Dupin. Se trata de la octava entrega de esta serie de novela negra, ambientada en los idílicos paisajes de la Bretaña francesa. Tal y como indica el título, en esta ocasión la acción se desarrolla en la propia localidad de Concarneau donde se halla la comisaría y, por tanto, el caso investigado tendrá un carácter muy especial. Además, se rendirá un homenaje a este lugar geográficamente privilegiado, surgido en la Alta Edad Media y cuyos principales monumentos se encuentran en la llamada “Ville Close”, un islote rodeado de murallas que constituye el antiguo centro histórico. Desde el punto de vista temporal, la novela se sitúa en el fin de semana de Pentecostés, cuando se celebran las fiestas de la localidad. En cuanto a la trama, en este ambiente festivo, se inicia con la muerte del doctor Chaboseau, de 74 años, que se ha precipitado por la ventana de su despacho, lo que resulta un hecho insólito al ser un distinguido médico que pertenece a una de las familias más influyentes del entorno. Pocas horas después, se produce un sabotaje en las instalaciones marítimas y, a continuación, el asesinato de un rico comerciante de vinos, socio del médico en inversiones y actividades empresariales, como inmobiliarias, fábricas de cerveza, conservas de pescado. Los tres hechos no tienen ninguna relación aparente entre sí y el comisario Dupin tendrá que hacer gala de todo su ingenio para descubrir a los culpables.
Como en las novelas anteriores, junto a la intrincada investigación de los homicidios que se resuelve en breve tiempo (dos o tres días como máximo), el relato se enriquece con diversas técnicas amplificativas que lo hacen más literario y más humano: por una parte, las maravillosas descripciones de la Bretaña francesa (el mar, los acantilados, la luz deslumbrante, los colores únicos que han atraído a sus parajes a pintores y artistas), sus fiestas y tradiciones, su atractiva gastronomía (pescados, mariscos, foie, ahumados, etc.), así como el estudio detallado de sus proyectos actuales, como los astilleros para yates de lujo o la innovación en las conservas de pescado. Por otra parte, los personajes (Dupin y sus colaboradores más cercanos, con la incorporación de dos nuevas policías) siguen creciendo y evolucionando en su vida personal: casi todos se han casado, han tenido hijos, otras responsabilidades familiares que deben compaginar con su trabajo de investigación en la policía. En estas historias así como en la descripción de los espacios, la novela alcanza una notable calidad literaria en la que el autor muestra su maestría en el dominio del lenguaje.
Por último, como ya se ha comentado, esta última novela también es especial porque en ella Bannalec rinde homenaje de forma explícita al célebre autor belga de novela negra George Simenon y su famoso comisario Maigret, que son fuente de inspiración para los escritores actuales del género. Jean-Luc Bannalec (seudónimo del novelista alemán Jörg Bong) siempre ha reconocido su admiración, predilección e influencia de Simenon en cada uno de sus libros y especialmente en este. El argumento de “Le chien jaune” (El perro canelo), publicada en 1931 e inspirada en hechos reales, le ha servido de base a Bannalec para crear esta novela actual con las características más sobresalientes del maestro belga: personajes definidos, un héroe dotado de humanidad, un caso donde no hay culpables ni inocentes absolutos, que sumerge al lector en un mundo rico de formas, colores, olores y ruidos. Como reconoce la mayoría de sus seguidores y lectores acérrimos, el éxito de la serie estriba, sin duda, en la mágica combinación del sagaz comisario y de un entorno geográfico fascinante.