ACCÉSIT DEL PREMIO ADONÁIS 2021 POR «FUNDIR LA TECNOLOGÍA Y LOS CLÁSICOS, LA MEMORIA DE LA INFANCIA Y LA PROBLEMÁTICA GENERACIONAL, SIN RENUNCIAR A LA DESMITIFICACIÓN Y A LA IRONÍA».
El poemario obtuvo un accésit del Premio Adonáis 2021 por «fundir la tecnología y los clásicos, la memoria de la infancia y la problemática generacional, sin renunciar a la desmitificación y a la ironía», en palabras del jurado. Dividido en dos apartados, el título hace referencia al débito que, por el hecho de nacer, contrae el ser humano con su ineluctable final («nacemos mordidos por la muerte», escribe el autor). Desde esa premisa, Moyano indaga en sus propias circunstancias vitales, remotas y actuales, con el fin entender tanto la vida presente, a través de los acontecimientos más luminosos que la sostienen y que nadie le podrá quitar, como la muerte, adonde vamos abocados: viaje existencial en el que cabe por igual el sufrimiento que las perplejidades, sus propias afirmaciones como las que contrasta con su propia familia (padre, madre, abuela).
Con un estilo preferentemente directo, con un ritmo sorprendente y bien marcado a través de continuos encabalgamientos abruptos, con una facilidad y precisión de lenguaje capaz de fundir el conversacional con el más formal, Félix Moyano consigue un libro atractivo, cercano, reflexivo, hondo, de enorme poderío emocional, que hace lectores.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
---|---|---|---|---|
2022 | Ediciones Rialp, S.A. |
58 |
978-84-321-6104-9 |
Número 686 de la colección Adonáis de Poesía. Edición impresa y digital. |
Comentarios
Buen poemario, se divide en
Buen poemario, se divide en dos partes -De todo lo visible, Y lo invisible-, cada una con diecinueve poemas. Con un tono que vascula entre la ironía, el recuerdo y la emoción, el autor mira la vida con la perspectiva de la finitud, de la muerte, de la perplejidad, del misterio. Hay gratitud, con referencias a ciscunstancias, a personas e incluso a objetos concretos, con un lenguaje en que se combina lo coloquial con lo más formal, un ritmo muy logrado, a través de endecasílabos, de repeticiones, de encabalgamientos,.. Sirva como muestra este elegante poema: Veo la tarde caer sin advertencias // y en el aire afilado que acompaña // la promesa de una nueva mañana // veo belleza. El peso de la vida // asciende hacia mis brazos sin aviso, // contemplo la caída de la tarde // y es hermosa la luz que nos concede. // He de tener en cuenta la deuda contraída, // pero ese cauce abierto por donde va la muerte // aún no ha siso convocado. Estoy // a salvo, por un instante, contigo. Luis Ramoneda