Un zorro en mi escuela

Un niño ve a lo lejos un zorro jugando con otros niños. Aunque le parece raro, no se atreve a hablar de ello, ya que nadie más parece darse cuenta.

Un día, este zorro le habla y se burla de él. A medida que pasan los días, el zorro se transforma en lobo y luego en tigre. Le empuja, le quita sus cosas. El miedo va invadiendo su vida cotidiana.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2024 Editorial Juventud
32
978-8426148681

Ilustraciones de Ronan Badel

Traducción de Pau Joan Hernández
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Imagen de amd

Relato infantil sobre el acoso escolar y las maneras de defenderse. Presentado en formato de álbum ilustrado, está narrado en primera persona por el protagonista, un niño tímido y con gafas, al que le cuesta relacionarse. Un día en el patio de su colegio, ve a un zorro jugando con los demás niños; otro día, el zorro, sigilosamente como hacen los depredadores, comienza a insultarlo y otros niños se unen a las burlas. Poco a poco, la situación se va agravando y le quitan el bocadillo, le pinchan el balón, le roban el patinete… Los acosadores ya no son zorros, son lobos, son tigres… una amenaza cada vez mayor. Así que, el niño se lo cuenta a su mamá…

La obra está escrita a cuatro manos por Olivier Dupin (Deux-Sèvres, Francia, 1979) y su hija Lola. Desde 2010, Olivier se dedica a la literatura y le gusta escribir novela policíaca y de aventuras, combinando su tarea de escritor y de profesor. En esta ocasión, junto a su hija, presenta un álbum ilustrado, de textos claros y sencillos, sobre el acoso escolar y el maltrato a los más débiles, que va creciendo en espiral si no le ponemos freno a tiempo. Como afirma el editor, se trata de “una historia para hablar del acoso escolar con los más pequeños, con un mensaje claro y contundente: la única manera de pararle los pies a un zorro es rompiendo el silencio”. La obra se completa con las ilustraciones de Ronan Badel (Auray, Francia, 1972), que cursó sus estudios de dibujo en París y luego se graduó en la École supérieure des arts décoratifs en Estrasburgo.  Dependiendo de los textos, utiliza diferentes técnicas de representación: en esta ocasión, son dibujos sencillos sobre fondos blancos, en los que destaca el tamaño del zorro y sus secuaces, que se perciben cada vez más grandes y más agresivos. Un libro muy interesante para leer en familia y comentarlo con los pequeños lectores. Ana María Díaz Barranco