Mofletes

Novela breve sobre las andanzas de un camión en la España de los años 50. El relato está narrado en primera persona por el protagonista, un camión Pegaso, llamado Mofletes por la forma regordeta de su cabina. Desde 1950 se fabricaron muchos camiones de este tipo para el transporte de mercancías por carretera; y así este Mofletes nos cuenta sus viajes por toda la geografía española: primero, en Transportes Redondo desde Madrid, y luego en Transportes Puigvert desde Olot hasta su jubilación en 1970, con la fortuna de acabar su periplo en un museo salmantino de vehículos antiguos.

La obra está dividida en episodios breves con sugerentes títulos que nos recuerdan los capítulos de obras clásicas como el Quijote, como la primera salida, las anécdotas de sus viajes y el testimonio de algunos accidentes. Con cierta nostalgia y mucha ternura, a lo largo de su lectura, podemos valorar nuestro pasado y recordamos el esfuerzo y el trabajo de las gentes en aquellos años, que cumplían con “seriedad, puntualidad y discreción”, en unas largas jornadas y varios empleos. De la mano de Luis Ramoneda, autor-poeta, conocemos y reconocemos los paisajes, las rutas por las carreteras españolas, el paso por mitad de los pueblos, las noticias de la época (accidentes, riadas…)…, impregnados de refranes y de sabiduría popular “porque bueno es que no se olvide el pasado” (p. 107). Un libro muy recomendable para jóvenes y, especialmente, para adultos que disfrutarán y recordarán detalles y vivencias de aquellos años entrañables de nuestra historia. Ana María Díaz Barranco

Mofletes es uno de los camiones Pegaso, que fue construido en 1950, y que fue apodado así por la forma de su cabina. En este relato, el propio camión nos cuenta de forma clara y precisa variadas peripecias de su vida en la carretera, dirigido por dos o tres conductores, que relatan aspectos entrañables de sus vidas y sus familias. A lo largo del relato, se van sucediendo muchos paisajes y poblaciones de la Península Ibérica, acompañados de incidencias y anécdotas curiosas y, en algunos casos, divertidas.

Con el paso del tiempo, Mofletes se hace mayor, hace recorridos más cortos, con más esfuerzo, hasta llegar a su jubilación, que ocurre de una manera inesperada y afortunada para él.