El caballero de la armadura oxidada

El Caballero de la Armadura Oxidada es mucho más que un libro: es una experiencia que expande nuestra mente, que nos llega al corazón y alimenta nuestra alma. El libro nos enseña, de una forma muy amena, que debemos liberarnos de las barreras que nos impiden conocernos y amarnos a nosotros mismos para poder ser capaces de dar y recibir amor ,desde nuestra propia personalidad ya que la mayoria de las veces tenemos mascaras para tratar de hablar con los demas.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2004 Obelisco
96

82ª ed. en 2004.

Valoración CDL
2
Valoración Socios
2.5
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Género: 

Comentarios

Imagen de Luciano Pou Sabate

Las distintas opiniones reflejan bien las ópticas de la lectura, aquí va una reflexión mía, a partir de todo eso:

“Vivía un caballero que pensaba que era muy bueno, generoso y amoroso...
luchaba contra todos sus enemigos, que eran malos, mezquinos y odiosos.
Mataba dragones y rescataba damiselas en apuros... tenía la mala costumbre
de rescatar damiselas incluso cuando ellas no deseaban ser rescatadas... Y
ante la mera mención de una cruzada, el caballero se ponía la armadura
entusiasmado, montaba su caballo y cabalgaba en cualquier dirección”. La cita
es de Robert Fisher, “El caballero de la armadura oxidada”(Barcelona 1997).
Lo malo del caballero en cuestión es que enamorado de su armadura acabó por
no quitársela nunca. Es una metáfora de quien se va cerrando en su mundo,
por no enfrentarse a la realidad. Vive metido en su coraza, sin ver las
preocupaciones de los demás, incluso cuando está “el caballero enlatado”con
la familia o los amigos no para de dar “la lata”: suele recitar monólogos sobre
sus hazañas. Julieta es la mujer del caballero de la novela, era su mujer, y un
día ella le dijo que no la quería, que estaba amargada; él le dijo que sí que la
amaba y que por eso la había rescatado, pero ella contestó: “no me amas, lo
que tú amabas era la idea de rescatarme. No me amabas realmente entonces ni
me amas realmente ahora”. Él, por supuesto, no entendía nada, pues él “sabía”
lo que ella necesitaba, y con esto debía bastarle a ella. No basta con que
queramos ayudar a los demás, hacerles servicios. Pasa que hay quien piensa
que en el fondo no necesita de los demás, y esta “misión”que siente de ayudar
a los otros quizá es un modo de sentirse útil, pero no hay ahí realmente amor a
los demás, sino egoísmo. El caballero estaba atrapado en su visera metálica
que le impidió ver a los demás; y por la cortedad de su visión iba pisando con
su armadura de hierro los pies de los demás; no sentía el dolor de los demás.
La vida es como probar una fruta amarga al comienzo pero después apetecible,
la vida es buena cuando se acepta, cuando no se huye bajo armaduras ni
corazas. A veces nos pasamos la vida huyendo ante las dificultades, pensamos
que todo es una conquista y en realidad es un don; pero para descubrir la vida
como un don hay que sentirse aceptado.

El “caballero”encerrado en la armadura que somos todos, estaba en realidad
usando a los demás, los necesitaba para mostrarse bueno y rescatarlos, pero
como no se amaba no podía amar a los demás. Es necesario verse en el espejo
de la verdad, y descubrirse amable, y hecho para el amor, para ver ese
potencial hermoso, inocente y perfecto que hay dentro de cada uno. Estamos
acostumbrados en un mundo algo hipócrita a esconder los sentimientos y no
decir lo que nos pasa... pasamos la vida intentando agradar a la gente, y
montamos cruzadas y matamos dragones por fuera cuando los que hemos de
batallar son los de dentro. En lugar de intentar demostrar que somos buenos y
generosos “rescatando damiselas”, el caballero descubre que la ambición mata
cuando nos hace pretender ser mejores que los demás, no hemos de demostrar
nada sino ser felices siendo simplemente como somos. Un caballero ambicioso
quiere como casa el mejor castillo, y cambiar de caballo cada dos años y
progresar... y así no vive. En realidad la felicidad está en ganar en riqueza
interior: ser más generoso, compasivo, inteligente y altruista, eso es ser rico y
ambicioso de verdad. La ambición mala es tener más y la buena es tener un
corazón puro. Decía san Josemaría Escrivá que “más que en ‘dar’, la caridad
está en ‘comprender’”, conocer al otro en sus afanes y sentimientos, ponerse
en sus circunstancias, ver las cosas con serenidad... querer y dejarse querer.

No se requiere competir con nadie, no hay que hacer daño a nadie;
simplemente darse a los demás, como el manzano, que cuantas más manzanas
coge la gente más crece el árbol y más hermoso se vuelve: así el hombre
desarrolla su potencial para beneficio de todos, así progresan los que tienen
ambiciones del corazón.

Imagen de Pipa

El libro se lee muy bien. Es ameno. Tiene sentido del humor.

Pero deja un tufillo de voluntarismo y de que uno quitándose la armadura de encima (o sea, quitándote las normas establecidas -que el autor considera asfixiantes o que al menos te impiden hacer lo que quieres, o te impiden simplemente vivir- )serás libre y por tanto feliz...

Desde mi punto de vista, tiene una parte positiva: la de no dejarte abatir por dichas normas, la superación, el ser inteligente y dirigir la vida hacia donde deseas, contiene una crítica velada sobre la rutina (no debemos dejar "oxidar" la vida ordinaria, porque entonces no funciona y te asfixia); Prisionero de sí mismo, emprende un viaje al final del cual, gracias a la ayuda de diversos personajes, logra sacarse la armadura. Este libro pretende enseñar, de forma amena y fantástica, que debemos liberarnos de las barreras que nos impiden conocernos y amarnos a nosotros mismos para poder ser capaces de dar y recibir amor; pero tiene otra visión nada positiva: parte del error de que la naturaleza humana por sí misma es buena y actúa siempre positivamente. Desconoce o prescinde de la realidad de la naturaleza humana está herida y por tanto para superarse no se puede prescindir de la necesaria ayuda de Dios, y de los tuyos más cercanos que te quieren.

En general yo no lo recomendaría y menos a adolescentes. Pero, creo que en determinadas ocasiones pudiera servir su lectura a personas adultas con problemas de superación o de autoestima...

Imagen de erf

Me parece un libro de frases irreales. El contenido no es creible. No basta conocerse para ser bueno. Eso ayuda a captar la bondad del corazón, los sentimientos y el interior del corazón pero ser bueno hay que esforzarse en hacer el bien, no es cuestión de saber intelectual sino saber experiencial, aquel que sabe por que saborea las cosas, las prueba y las vive.

Imagen de Charly

Charly esun libro muy recomendable para todos

Imagen de Jacobo

Leí este libro hace tres años y no me gustó. Estoy de acuerdo con los comentarios de "acabrero", "coin", y "truman".

Imagen de rocio meca

Es un cuento sencillo del que puedes sacar algunas lecciones o enseñanzas que todos en la vida tenemos que aprender. La historia ficticia se centra en un caballero que es un héroe en su país por todas las batallas de las que sale victorioso. Es tanto su afán de tener éxito y ser coniderado el más valiente caballero, que olvida cosas muy fundamentales: quitarse la armadura cuando está con su familia. Poco a poco su mujer y su hijo le intentan hacer ver que ya no conocen a aquella persona que en tiempo anteriores era un buen marido y un buen padre. La situación familiar llega a ser tan crítica que le sitúan en la encrucijada de elegir entre la armadura o su familia. En el momento en que toma la decisión de quitarse la armadura se encuentra atrapado en ella. Para conseguir salir de ella acude al herrero más famoso del país y no consigue quitarle la armadura. Sin embargo le aconsejan que vaya a visitar a un mago que está en las montañas. Siguiendo sus instrucciones consegiría su objetivo. Comienza así un viaje en el que tendrá que enfrentarse a batallas muy diferentes a las que se había enfrentado. Estas batallas son: el conocimiento y aceptación de la verdad sobre su realidad; la importancia del conocimiento personal a través de lo que los demás nos dan a enteder con sus gestos, sus palabras; la importancia de saber escuchar y de querer aquello que un día elegimos sabiendo prescindir de los gustos o preferencias personales. Al final consigue liberarse de la armadura, pero para ello ha tenido que aprender algunas lecciones que son esenciales para la vida de cualquier ser humano. Si quieres conocer la forma y el modo en que el protagonista de este sencillo cuento se libera de algo que llega a ser una esclavitud para él, tendrás que leer y reflexionar sobre todo lo que en tan pocas páginas se transimite.
Este libro es para todo tipo de personas: te guste mucho o poco leer. Se lee rápido y evoca verdades profundas con palabras sencillas.

Imagen de bengue

Me ha parecido un libro bastante gracioso, por la forma en que tiene de ir ayudando al protagonista en quitarse la máscara que lleva puesta. Creo que somos bastantes los que vivimos así, y la verdad es que este libro ayuda mucho a este tipo de gente.
A mí me gusto mucho y lo volvería a leer.

Imagen de truman

Mira, este libro es otro de esos que componen la llamada New Age, y que no hacen mas que trazar una bonita historia salpicada de moralidades evidentes y demasiado tiernas.

Imagen de acabrero

Me parece uno de tantos libros confusos que abundan hoy en día en las listas de libros vendidos. Uno más de esos libros “new age” en los que se dicen cosas bonitas, incluso se dan consejos positivos, todo mezclado con una visión panteísta de la vida en la que Dios no es Dios si no el Universo o el Amor o vete a saber qué. Es verdad que necesitamos más silencio para conocernos, para reflexionar un poco y ser menos egoístas, pero no es verdad que seamos buenos por naturaleza: tenemos el pecado original y por lo tanto unas tendencias al pecado que tenemos que superar. Para eso tenemos los sacramentos y la gracia. Para eso murió Jesús en la cruz. El mundo no se arregla solo con un poco de gimnasia mental. Es necesario que nos aferremos a cosas fundamentales que hemos aprendido de nuestros padres y de la Iglesia. Esas cosas son sagradas y no podemos dejarlas en ningún momento. Tenemos que confiar en Dios, que es personal y trascendente. Identificar “la vida, la fuerza, el universo, Dios, como quieras llamarlo” como leemos en este libro, es perder de vista lo más grande que tiene el hombre: un Dios creador y redentor que está siempre a nuestro lado y que perdona siempre. Me parece que R. Fisher puede pensar que es original pero no ha hecho otra cosa que retroceder varios siglos para anclarse en la pobreza de las religiones orientales en la línea de Paulo Cohelo (El alquimista) Sánchez Dragó y algunos otros.

Imagen de Guille

El caballero de la armadura oxidada es mucho más que un libro: es una experiencia que expande nuestra mente, que nos llega al corazón y alimenta nuestra alma. El libro nos enseña, de una forma muy amena, que debemos liberarnos de las barreras que nos impiden conocernos y amarnos a nosotros mismos para poder, a su vez, ser capaces de dar y recibir amor.