Deus caritas est

El amor en las Sagradas Escrituras y en la vida de la Iglesia.

"Dios es amor" es el título de la primera Encíclica de Benedicto XVI. En ella, el Papa nos propone vivir en el siglo XXI según la medida del amor de Dios.

La obra se divide en dos partes: la primera dedicada a la unidad del amor, de la creación y de la historia de la salvación; y la segunda, sobre la "Caritas" como ejercicio del amor de parte de la Iglesia.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2006 Palabra
96
978-84-8239-997-3

Se incluye edición digital

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Comentarios

Imagen de Aníbal

Benedicto XVI ha obsequiado a creyentes y no creyentes con una joya antropológica sobre el amor. Su lectura produce una gran serenidad y alegria y no resulta complicada, es asequible para el gran público. Recomiendo una primera lectura "de seguido" y una segunda mas lenta y con lapiz. Es un instrumento fantastico para educadores y orientadores familiares. Muy necesaria y oportuna en un mundo que piensa que lo fundamental del amor es sentir. Hace unos dias lei que se habian vendido mas de 500.000 ejemplares en España, como supongo que nadie compra un "folleto" para adornar la biblioteca, espero que muchos españoles la hayan leido, hará mucho bien.

Imagen de Rubito

Me ha parecido una Encíclica eminentemente oportuna.
En primer lugar porque, desde el mismi título, Benedicto XVI no podía haber elegido otro mejor para definir en tres palabras lo que es Dios. Y como diría un buen amigo mío, buen teólogo y con gran sentido del humor, lo demás son pamplinas.
En segundo lugar , eminentemente oportuna dada la situación de crispación, odios y rencores en el mundo, y tambien dentro de nuestras fronteras.
En tercer lugar, como el Papa sabe que lo leerán millones de personas, ha querido dejar su impronta de profesor, que lo sido muchos, muchisimos años, escribiendo de forma que sea de muy facil comprensión.
Por esto y varias razones más que no hacen al caso, recomiendo una serena lectura, incluso subrayando, en la seguridad que traerá paz a los corazones de los lectores.

Imagen de enc

Tres características del trabajo intelectual pueden ser la concisión, coherencia y explicación por las causas. La encíclica de Benedicto XVI sobre el Amor es un ejemplo de estas tres características. No pretende agotar la materia sino investigar sus orígenes en las Sagradas Escrituras, relacionar el amor con la fe y la naturaleza divina y aplicarlo a la vida de la Iglesia. Sus conclusiones doctrinales, pastorales y apologéticas son incontestables. Nos encontramos ante el ministerio de Pedro como servicio a la verdad. Los antiguos padres de la Iglesia hablaron de Dios y de su hijo Jesucristo en base a las Escrituras y a las enseñanzas de Jesús. El Magisterio de los pontífices en el último siglo ha sido fundamentalmente ético, dirigido a mejorar el mundo y la sociedad. Podemos encontrarnos ahora ante una vuelta del ministerio doctrinal de Pedro desde la enseñanza ética hacia un magisterio de tipo intelectual, teológico, que tenga como objeto la verdad religiosa. Y es que el mundo actual está tan necesitado de verdad como de bien. Derribar a los ídolos de sus pedestales para colocar en ellos al Dios uno y trino, el único digno de ser amado. La encíclica es lineal y fácil de entender, pero precisa –al menos en su primera parte- unos conocimientos previos, bíblicos y teológicos. Su nivel intelectual es alto. Por ello, aunque va dirigida a todo el pueblo de Dios, obtendrán más provecho de ella los pastores, teólogos y maestros de la fe, encargados luego de transmitirla y hacerla realidad en la vida de la Iglesia. La encíclica de Benedicto XVI corresponde a un hombre amable y enamorado, no al adusto inquisidor que quisieron presentar sus detractores.