Los jinetes

El autor nos introduce en un mundo desconocido: Afganistan. Con sus costumbres, paisajes... Hace tiempo que lo leí pero recuerdo que me impresionó la descripción de sus personajes: sus pasiones -el odio, la envidia, el dolor- son de tal profundidad que recuerda a los autores clásicos rusos.
Una obra desconocida pero de gran calidad.

Magnífica novela que podríamos calificar a la vez de psicológica, de aventuras y naturalista. Se da un entrelazamiento espléndido de estos tres aspectos. Unas descripciones de paisajes que lleva al lector a desear visitar Afganistán o, al menos, dado que eso es prácticamente imposible, a interesarse por su geografía y sus costumbres. La maestría de Kessel en estas lides es sobresaliente. Y junto al descubrimiento de ese medio natural y de modo de vida, la mente de dos personajes, padre e hijo, dura, tremenda. Hasta donde puede llegar el orgullo humano, el odio y el amor. Cuales pueden ser los recobecos del alma. Queda patente la impronta de una educación musulmana, con todas sus consecuencias: por un lado la presencia de Alá, constante, como parte de las obligaciones del hombre, y como asidero en la desesperación. Por otro lado la falta del concepto de dignidad de las personas, especialmente de la mujer. Las aventuras que recorren toda la novela permiten mantener vivo el interés, a lo largo de todas sus páginas, y estar pendientes en todo momento de cual será el desenlace. Novela totalmente original, por el medio natural, geográfico y humano, y por las historias que describe.