Al servicio de la verdad

 

Con este sugerente título ha publicado ediciones Palabra el contenido de los ejercicios espirituales dirigidos y predicados en Roma por el cardenal guineano Robert Sarah cardenal, quien ha ocupado hasta su jubilación el cargo de Prefecto de la Congregación para el Culto divino.

Como explica el prólogo del Padre Vincenzo Nuara OP, el cardenal se dirigía a un nutrido grupo de sacerdotes pertenecientes a la asociación “Amicizia Sacerdotale Summorum Pontificum”.

Evidentemente, en el texto escrito que ahora se edita, se pierden muchos matices y acentos de la expresiva predicación egregia y sencilla del cardenal, pero ciertamente se recogen fiel y textualmente lo que fueron sus palabras.

Una vez más, el cardenal, para facilitar a los asistentes la vida de oración y el examen propios de esos días, hace acopio de textos seleccionados y tomados de la Sagrada Escritura, de los Padres de la Iglesia, del Magisterio eclesiástico, de los teólogos clásicos y actuales, de su propia meditación para presentar verdaderamente la teología y la espiritualidad del sacerdocio de una manera nueva.

La procedencia del cardenal y su extraordinario carácter y profunda vida de oración hacen que todo lo anterior quede combinado armoniosamente con anécdotas expresivas y ejemplos de la experiencia sacerdotal y episcopal del cardenal, para terminar por redactar un magnífico texto, del que indudablemente, es fácil hacerse cargo de lo que serían aquellos días y del tremendo impacto que el Espíritu Santo provocaría en los asistentes.

El subtítulo del trabajo es muy significativo; “sacerdocio y vida ascética”, pues el cardenal desea indicar a los lectores, como primero haría con los oyentes, que sin vida ascética, sin lo que denomina el catecismo de la Iglesia Católica “el combate de la oración”, es muy difícil acceder a la vida íntima de Jesucristo o a la propia vida mística. Es lógico que las cosas sean así, pues como recuerdan los tratados de teología espiritual, la “lucha ascética” dispone el alma, la connaturaliza, de modo que Dios Espíritu Santo puede elevarla al concederle las gracias de las virtudes teologales de la fe, esperanza y caridad.

Asimismo, hacemos notar que para el cardenal la vida ascética, no sólo enrecia el alma, la ayuda a desprenderse de las ataduras y aficiones terrenales y concede libertad al corazón, sino que también favorece el ejercicio de la prudencia, pues sin la “recta ratio agibilium” es imposible obrar según el Espíritu Santo (30).

Son fuertes los acentos del cardenal a la vida de fe del sacerdote, puesto que es preciso que Cristo resplandezca en él (18), de modo que el alto precio que Cristo pagó con su sangre redentora por todas las almas, le ayude a valorarlas siempre en particular estima (34) y le conduzca siempre a ser hombre de fe (38).

José Carlos Martín de la Hoz

Cardenal Robert Sarah, Al servicio de la verdad. Sacerdocio y vida ascética, ediciones Palabra, Madrid 2021, 155 pp.