Hasta la última gota

Con este sugerente título presenta edicioes Rialp una nueva semblanza, de las muchas que tendremos oportunidad de leer a lo largo de los próximos años, sobre una de las figuras que ayudaron a san Josemaría Escrivá de Balaguer a abrir los caminos del Opus Dei en el mundo entero, pero muy especialmente en América y en México.

La nueva e interesante aproximación a la inolvidable figura de Mons. Pedro Rodríguez (1915-1995), está redactada en esta ocasión por Rafael Fiol Mateos, un sacerdote sevillano que colaboró con don Pedro intensamente en el impulso del trabajo apostólico del Opus Dei en México y que le sucedió, por largos años, como Vicario Regional en el gobierno del Opus Dei en ese país.

El título refleja muy buen el grado de conocimiento del fondo del alma que llegó a tener el autor de estas páginas sobre el personaje, pues ha podido profundizar en aspectos humanos, sociales, culturales y espirituales hasta ahora inéditos en las semblanzas sobre don Pedro. Asimismo, el título expresa claramente la manera en la que don Pedro se entregó a cumplir la voluntad de Dios que, en su caso era hacer el Opus Dei, tal y como lo había visto hacer al Fundador y, por tanto, gastando, como san Josemaría, hasta la última gota de su sangre.

Son muchas las facetas en las que podríamos detenernos entre las subrayadas por el autor de este trabajo. Quizás lo primero sería señalar que está de intento repleta de anécdotas y de ejemplos que muestran la humanidad, el sentido de fino artista y el gran corazón que adornaban la amable, educada y fina inteligencia de don Pedro, lo que hacen muy amena la lectura del trabajo.

Inmediatamente, hemos de añadir el buen humor de don Pedro que es fruto fecundo de muchos años de ejercicio de la filiación divina y de la confianza en Dios que había aprendido de los labios y de la vida del Fundador, al que estuvo especialmente unido toda la vida. Por ejemplo, el autor comenta de pasada una reacción divertida de don Pedro cuando en el mes de octubre de 1958, después de casi diez años de trabajo en México y otros países de la zona, recibió unas letras de san Josemaría que le decían que le necesitaba lo antes posible en Roma y con carácter permanente. Don Pedro se despidió de las personas imprescindibles y en muy pocos días estaba tan contento en la ciudad eterna junto al Fundador. Ante la pregunta de si no había pensado que una salida tan rápida del país alguien podría haber lanzado alguien podría haber pensado mal de él, respondió con buen humor, que, si hubiera empezado a despedirse de todos, aún seguiría allí durante años haciendo exclusivamente eso (203-204).

Como observará el lector, tanto en la introducción y en la advertencia aparecemos citadas dos personas; Álvaro Villalobos y el que firma esta reseña. Ambos recibimos el encargo de ayudar al autor a terminar esta obra antes de su fallecimiento (2016). Los dos podemos afirmar que estamos agradecidos a don Rafael por su confianza y haber podido leer detenidamente este trabajo para dejarlo listo para la publicación.

José Carlos Martin de la Hoz

Rafael Fiol Mateos, Pedro Casciaro. Hasta la última gota, ediciones Rialp, Madrid 2020, 310 pp.