La Teología de Martín Lutero

 

El profesor Oswaldo Bayer, uno de los mejores conocedores de la Teología de Martín Lutero, ha publicado recientemente en ediciones Sígueme de Salamanca un completo y sistemático tratado acerca de la teología del famoso reformador alemán, bajo el arriesgado título de “Teología de Martín Lutero”.

Es verdaderamente sorprendente, que un hombre de la talla intelectual del investigador alemán haya decidido publicar este trabajo, pero, a la vez, no deja de ser aleccionador el reconocimiento de nuestro investigador acerca de los límites de la teología que el propio Lutero admitió toda si vida.

En primer lugar, reconoce nuestro profesor que el agustino Martín Lutero se preparó para ser profesor de Teología bíblica y como tal pudo realizar una de las más importantes ediciones de la Sagrada Biblia en alemán, pues no solo era un hombre muy culto y versado y buen conocedor tanto de las lenguas escriturísticas, como del moderno alemán (9-10).

Efectivamente, a lo largo de los siglos siempre se ha valorado muchos de los comentarios a la Escritura del Lector Martín Lutero un hombre de gran piedad y de temperamento febril y pronto a la expresión bella, adecuada y lacerante.

Es asimismo conocido, no solo por las criticas de Lutero sino por la mayoría de la Iglesia de la necesidad urgente de una reforma de la Iglesia, de las costumbres y por tanto que pudiera llegar al pueblo cristiano parte importante del cual era analfabeto y vivía inmerso en supersticiones y compraventas de reliquias y otras ignorancias pues estaba extendida ampliamente la falta de formación.

De hecho, Lutero pasará a la historia como uno de los grandes divulgadores de la doctrina cristiana, con catecismos de todos los tamaños, pasquines y dibujos, muchos denigratorios contra el papa y los obispos, pero otros que muestran modernidad en los métodos catequistas con el pueblo rudo.

Asimismo, reconoce desde las primeras líneas el Profesor Oswaldo Bayer que la teología es cambiante en Lutero, muchas veces entre tratados e incluso dentro del mismo, pues en realidad más que desear una exposición clara y serena de la fe cristiana lo que siempre buscó fue la fe que causa la salvación, la gracia como don inmerecido. La justificación por la fe (303).

En ese sentido Benedito XVI ha pedido muchas veces a teólogos luteranos que regresaran hacia atrás para cotejar la teología positiva de Lutero con la de Santo Tomás y no con la teología nominalista que Lutero manejaba, pues había sido formado en el nominalismo. De hecho, al leer directamente a Santo Tomás podrían recuperar la confianza en la libertad y en la razón, que en Lutero están denostadas, puesto que han sido ambas creadas y redimidas por Jesucristo. De ese modo es como ha subrayado Francisco, podremos trabajar juntos por la caridad y llegaremos a un ecumenismo real: el encuentro con Jesucristo.

José Carlos Martín de la Hoz

Oswaldo Bayer, La Teología de Martín Lutero, ediciones Sígueme, Salamanca 2020, 411 pp.