Las Vísperas sicilianas



        Entre los historiadores
ingleses más importantes del siglo XX destaca la figura de Sir Steven Runciman, autor de obras tan conocidas como la Caída de Constantinopla, o las cruzadas. Esta que ahora ha sido
reeditada narra la caída de Sicilia  en poder de la corona de Aragón en
el siglo XIII. Años después también caería
Nápoles y se formaría el reino de las dos Sicilias.


            El
estilo de Runciman es inconfundible. La sobriedad de
los hechos narrados, el modo de enmarcarlos, la concisión y rigor
documental. Todo ello hacen de esta obra una joya de
la literatura y de la historia.


            Evidentemente,
tal como trabaja Runciman, no estamos ante un trabajo
de archivo, con fuentes documentales de primera mano. Más bien se trata
de un ensayo histórico: una historia sopesada, que parte de la
investigación publicada y que la hace accesible. En cualquier caso, es
una obra que aporta sugerentes ideas y certeros análisis.


            Hay
mucho pensamiento detrás de los hechos narrados en este trabajo y un
gran esfuerzo por entrar en la mentalidad de la época. Así
cuando Carlos de Anjou sufrió la
pérdida de una parte capital de su reino, Palermo y con ella Sicilia
exclamó: “Fueron el levantamiento de Mesina y la destrucción
de su flota allí los que hicieron darse cuenta a Carlos de la seriedad
de la Rebelión: Señor Dios -exclamó-,
puesto que es tu voluntad aniquilar mi fortuna, concédeme al
menos ir cayendo poco a poco”
(p.330).


            En
el trasfondo del trabajo hay muchas páginas dedicadas a las relaciones
entre el Papa y el Emperador. En el caso de Inocencio III y Federico II, señala
Runciman: “Al chocar con el emperador, el Papa
dividió la única fuerza centrípeta de la época,
dando en cambio su apoyo a la principal fuerza centrífuga, el naciente
espíritu nacional, que iba a ser mucho peor para el proyecto de un
papado ecuménico” (p.412).


            Siguiendo
el denso hilo argumental y el rigor de la narración, Runciman
apunta una de las causas de la Reforma protestante sucedida tres siglos
después: “Cuando el poder de Carlos fue destruido en las
Vísperas de Palermo, los papas ya estaban demasiado comprometidos. Esta
historia condujo a la ofensa sufrida por el Santo Padre en Anagni,
a la cautividad babilónica de Avignon y, a
través del cisma y el desengaño, a los problemas de la Reforma”
(p.420).


            La
lectura de este trabajo recuerda uno de los muchos momentos de la historia de
los Estados Pontificios y el difícil equilibrio para el papado de gobernar
espiritualmente la Iglesia universal y ser señor temporal de unos
estados que le protegían y que le enredaban en una política
terrena de alianzas que entorpecían a la larga su misión
espiritual. Ahora todo está claro, pero el camino fue largo.


 


            José
Carlos Martín de la Hoz


 


Steven RUNCIMAN, Las
Vísperas sicilianas
,
ed. Reino de Redonda, Barcelona 2009, 483
pp.


José ORLANDIS, El Pontificado
Romano en la historia
,
ed. Palabra, Madrid 1997.