Regalos por Navidad

 

Faltan muy pocos días para la Navidad y, en estas fechas, se encuentran millones de personas que están, en estos momentos,  pensando en los regalos que van a hacer a sus seres queridos con motivo de la Navidad. Unos han ampliado sus costumbres y ya no solo hacen y reciben regalos por Reyes, como es la costumbre tradicional en España, sino que se han unido a otras tradiciones europeas o de algunos países de América vinculadas al propio día de Navidad.

En cualquier caso, la Navidad es tiempo de regalos porque la Navidad es, en si misma, esencialmente, es un regalo, puesto que en esa fecha conmemoramos el momento en que, hace más de veinte siglos, el Hijo de Dios se encarnó y nació en Belén de Judá, de las purísimas entrañas de Santa María la Virgen.

Ese regalo del nacimiento de Jesucristo es tan grande que cada generación de cristianos desea volver a estrenarlo y revivirlo cada año, pues como decía san Josemaría: “no basta con estar en la Iglesia y dejar que pasen los años”. Al contrario, es preciso, si queremos ser coherentes, vivir de amor y para amar a Dios y a los demás. Y esto requiere revivir y estrenar constantemente esa buena nueva.

Precisamente, en esta navidad de 2017, ediciones Rialp, nos ha hecho a todos los lectores de lengua castellana un gran regalo que deseo presentar ahora, aunque sea brevemente, por si queréis añadirlo a vuestras listas de ideas y regalarlo a otros y así, hacerles partícipes de la misma alegría. Se trata del último trabajo del sacerdote, teólogo y poeta chileno José Miguel Ibáñez Langlois, miembro de la Comisión Teológica internacional,  quien acaba de publicar una maravillosa semblanza de Jesús de Nazaret, redactada en prosa pero llena de poesía, pues escribe con la sencillez de un lenguaje lleno de frescura y de lozanía que arrebata el alma de lector hasta llevarle por caminos de oración.

La Encarnación es el cruzarse de Dios con sus hijos los hombres, el atraversar las coordenadas espacio temporales para hacerse presente en nuestras vidas, para invitarnos a un camino de felicidad. Todo empieza por el impacto del encuentro personal de Jesucristo con cada uno de nosotros, sus criaturas: “ese formidable impacto de su persona atraviesa las edades históricas., y puede llegar hoy a cada uno de nosotros, en forma de una energía capaz de estremecer las fibras más sensibles del corazón” (10).

El objetivo del libro queda muy claro por el propio título, el estilo y la extensión y, además, lo resume admirablemente el autor al terminar la introducción: “Este es nuestro desafío: mostrar qué sentido tiene que Él sea, en efecto, El Salvador del mundo, el que triunfó sobre el pecado y la muerte, el que nos conoce nos ama con corazón divino y humano, el que  también a cada uno de nosotros nos puede fascinar y salvar si lo buscamos con sincero corazón” (12). Es muy fácil hacer oración con este libro, y precisamente la Navidad es el momento del año para aprender la ciencia y el arte de la oración, del diálogo contemplativo con Dios que aparece en tantos belenes como vamos a ver por la calle, en casa, eń cualquier lugar de nuestra vida. Es el autor quien nos dice: “La impresión que nos produce el niño Dios, recién nacido y en su primera infancia, toca fibras más secretas de nuestra afectividad, y también de nuestra inteligencia” (38). La exposición de la vida de Jesús conduce a descubrir que el  resucitado es el crucificado (116).

Muy feliz Navidad y que se cumpla el deseo del autor; “solo me queda esperar que esta breve semblanza de Cristo, su centro vivo, despierte o aumente en el lector el deseo de abarcar todos los rayos luminosos que ese centro irradia” (126).

José Carlos Martín de la Hoz

José Miguel Ibáñez Langlois, Jesús. Una impresión deslumbrante, ed, Rialp, Madrid 2917,  126 pp.