Antología General de Menéndez Pelayo. I. Recopilación orgánica de su doctrina

La BAC se complace en reeditar, con ocasión de la conmemoración del nacimiento de don Marcelino Menéndez Pelayo, esta Antología general, una obra de excepcional interés cultural y literario, preparada, en su día, con gran diligencia y en varios años de asiduo trabajo por D. José María Sánchez de Muniáin, y prologada por el entonces obispo de Málaga, y posteriormente cardenal, Ángel Herrera Oria.

CONTIENE: Autobiografía y autorretrato. Juicios doctrinales. Juicios de historia de la filosofía. Historia general y cultural de España. Historia religiosa de España. Apéndices

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2007 BAC
1135
978-84-7914-863-8

Recopilación de textos por José M.ª Sánchez de Muniáin. Prólogo de Ángel Herrera Oria.

Edición conmemorativa del 150 aniversario del nacimiento de Marcelino Menéndez Pelayo.

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Menéndez y Pelayo es una de esas figuras singulares cuya aparición resulta prácticamente inexplicable desde las leyes conocidas de la historia. Católico y español sorprendió cuando a los veintiún años publicó la primera edición de la Historia de los heterodoxos españoles, obra que todavía sorprende por su erudición. Menéndez y Pelayo fue fundamentalmente historiador, de España, de la literatura, de las ideas estéticas… Los hechos, como él indica, los juzgaba con criterio católico, pero sin alterarlos ni falsificarlos. Belloc, que también cultivó ese campo con gran acierto, señalaba que la historia sólo puede ser católica. Se entiende que en cuanto a la interpretación. Y es esa mirada la que sigue haciendo actual la lectura de esos autores que yerran más en el dato que en el juicio. Algo un tanto distinto de la literatura actual, de la que muchas veces sólo pueden aprovecharse los grabados y las entrevistas y aún prescindiendo de sus interpretaciones.

Menéndez y Pelayo no sólo debe leerse por su saber enciclopédico y por las claves que aporta para entender los hechos sino también por su estilo. Unamuno lo calificó como uno de los mejores escritores del XIX y ahora, leer sus frases resulta todavía ameno y reconfortante para el gusto. Si bien siempre prefirió la precisión al estilo, nunca le faltó el segundo. La suya es la frase acabada y certera que no ofende ni en lo que dice ni en cómo lo hace.

La BAC, oportunamente reedita esta antología, pensada para el hombre culto y que suple, en gran medida por la calidad de la selección, el recurso a las obras completas del autor.

Los dos volúmenes son ricos en páginas, pero aún más en contenido. Menéndez y Pelayo no lo sabía todo, pero de su lectura se nos dibuja el perfil de un historiador honesto, español hasta la médula y por encima de todo católico. No se sabe si es su obra o más bien su persona la que lo ha dejado a la intemperie. En cualquier caso, en sus escritos, alcanza descanso el entendimiento y se alimenta el deseo de la verdad.