Cinco historias del mar

Josep Pla fue periodista y escritor en lengua catalana, pero su prosa no desmerece una vez vertida al castellano. Sus características son la sencillez temática y de estilo, así como un uso de adjetivos, comparaciones y metáforas que dan brillantez a la prosa. Pla ejerce de observador, de contador de historias y, por último, de escritor. Observa su pequeño mundo, la naturaleza que le rodea y que ama; sus gentes, sobre todo aquellas que se salen de lo corriente. El autor hace poesía con un mendigo que toca el violín o se compadece de una pescadera que perdió la razón al enamorarse. En la sociedad que dibuja Pla hay clases sociales, no puede ser de otra manera, pero éstas se relacionan entre si sabiendo que pueden necesitarse en cualquier momento. Pero el objeto de la atención del autor son las clases populares. Nunca nadie es pobre del todo, siempre tendrá la tierra el aire y el mar, el silencio y el viento. Cada página rezuma amor por su patria chica y con cierta frecuencia contrapone lo catalán y lo español en el modo de ser, el paisaje o la comida. Denosta la vida urbana y en eso se distingue de otros autores catalanes, que han hecho de Barcelona su punto de referencia. Pla nó, él es el cantor de la naturaleza y el aire libre.

Las mejores historias de este volumen son "Un viaje frustrado" y "Uno de Begur". Ambas se refieren a un viaje por mar y cuentan con personajes extraordianrios que dan sabor a la narración.