Cuentos de así fue

Los niños son expertos en hacer preguntas aparentemente sencillas que, en realidad, son muy difíciles de contestar: ¿cómo le salió la joroba al dromedario?, ¿y la trompa al elefante?, ¿por qué los gatos son tan libres?
A menudo, la única respuesta posible se encuentra en la fantasía. Rudyard Kipling escribió estos cuentos sobre animales para su hija Josephine, y se los contaba antes de ir a dormir. No fueron recopilados y publicados hasta pasados unos años, en 1902. Hoy los "Cuentos de así fue" son todo un clásico de la literatura infantil: niños y mayores sonreirán cada vez que abran este libro mágico.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2018 Blackie Books
96
978-84-17059-6

Adaptados por Elli Woollard

Ilustrados por Marta Altés

Traducidos por Miguel Azaola

 

Valoración CDL
4
Valoración Socios
4
Average: 4 (1 vote)
Interpretación
  • No Recomendable
  • 1
  • En blanco
  • 2
  • Recomendable
  • 3
  • Muy Recomendable
  • 4

1 valoraciones

4
Género: 

Comentarios

Imagen de amd

Colección de cuentos que explican de forma creativa las características físicas particulares de algunos animales. Así, por ejemplo, se cuenta cómo al dromedario le salió su joroba, o cómo al elefante le creció la trompa. Al mismo tiempo, se tratan temas muy interesantes como el valor de la amistad, la generosidad, el trabajo y el esfuerzo.

Estos relatos tan peculiares sobre animales fueron narrados por Rudyard Kipling (1865-1936) a su hija Josephine como cuentos para dormir. A la niña le gustaba que su padre le repitiera los relatos siempre de la misma manera, sin cambiar ni una coma, es decir “tal y como fueron”; por esta razón se publicaron bajo el título “Cuentos de así fue”. La primera edición se realizó en 1902 con ilustraciones del propio Kipling y hoy se considera una obra clásica universal de la literatura infantil.

Para esta nueva edición, los textos han sido “reimaginados” por Elli Woollard, en forma de versificación irregular, con frecuentes rimas internas (fáciles y muy divertidas). Hay que destacar además la traducción en español de Miguel Azaola, que consigue una gran musicalidad y una acertada cadencia, manteniendo el ritmo en la mayoría de los versos. En cuanto a las ilustraciones para esta publicación, son obra de Marta Altés, con preciosos y espléndidos dibujos, llenos de detalles y de colores (azules para el cuento de la ballena, verdes para el elefante, naranja para el dromedario). En conjunto, la ilustradora presenta unas escenas muy expresivas y significativas para la comprensión de los textos. Por todo ello, se considera una obra muy recomendable para leer en familia, y memorizar pequeños fragmentos para declamarlos o representarlos.