El arca de la isla

Mario recibe una llamada telefónica en mitad de la noche: sus padres acaban de morir en un accidente de tráfico. Hay, sin embargo, un testigo que asegura haber visto algo extraño, una sombra caída del cielo... A partir de entonces, el lector empieza a preguntarse qué pueden tener en común un adolescente, una isla en mitad del océano, una estrambótica herencia, un ex oficial soviético embarcado en un inquietante proyecto y un célebre cazador que recorre África con el único empeño de borrar sus propias huellas.

Como en las clásicas novelas de aventuras, Miguel Aranguren ha construido una intriga que corre como la pólvora, combinando momentos evocadores no exentos de humor junto a verdaderas pesadillas, porque El arca de la isla reúne la intensidad de la novela negra, la epopeya de los grandes libros de viajes, guiños al relato romántico y un drama de tintes épicos.

Los lectores de El arca de la isla descubrirán por qué brillan con luz turbadora una serie de actores de quienes es mejor no adelantar nada. En su trabajo más atrevido, Aranguren ha encontrado para ellos un lugar en el parnaso de las criaturas literarias.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2011 La esfera de los libros
552
84-9970-084-7
Valoración CDL
3
Valoración Socios
3.333332
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Imagen de Azafrán

Las obras que abanderan su preocupación por la defensa de la naturaleza y la relación leal del hombre con nuestro planeta, asaltan las nuevas publicaciones de todas las editoriales.

Miguel Aranguren con su obra El arca de la isla publicada en 2011, se convierte así en un visionario que supo adelantarse a la inquietud social por la naturaleza. Una actitud de preocupación que lleva a la acción, a la lucha sin trampas que permitan a una minoría enriquecerse aprovechándose de las investigaciones científicas.

En el trasfondo de la novela el lector descubre la cruel realidad de la manipulación del ser humano por aquellos que detentan el poder; la carencia de criterio, de respeto a la dignidad del hombre. Casos de esa falta de criterio y de ese abuso de poder no faltan en la historia como las dolorosas situaciones en las que el abuso del autoritarismo confirió a la troika de la antigua URSS hasta su fin marcado por la caída del muro de Berlín.

Un general ruso, en una base en Siberia, con amplios poderes económicos y de fuerza militar, lleva a cabo investigaciones con embriones humanos, con fetos y con niños y con adultos. Nada le detiene. Busca el poder que le conferiría el logro de un ejército de mutantes híbridos. Pero no sólo la URSS antigua busca ese poder. También la potencia de EEUU llega a perseguir el resultado de esas investigaciones.

Y como un crimen llama siempre a otros para mantenerlo en silencio, la historia llega a afectar a una familia española.

Ante tanto abuso del poder se alza la voluntad de un joven que, con su deseo de justicia y un sentimiento de gratitud hacia sus padres, busca la verdad. En el camino se encuentra a otros jóvenes que, quizás no tan idealistas, deciden ayudarle.

La verdad y la justicia encuentran su camino para sacar a la luz la corrupción del poder, aunque el dolor que se ha causado a seres humanos, a sus familias, a la propia naturaleza ya no tenga vuelta atrás.

Por continuar con la intertextualidad, no quiero dejar de mencionar El corazón de las tinieblas, 1977, de Joseph Conrad, cuyo recuerdo no se puede soslayar al llegar a la aventura en el río Congo y que marca el comienzo del desenlace.

Tampoco se puede obviar la influencia de Hemingway y de sus relatos sobre las experiencias de distintas cacerías de las estepas africanas, en Verdes colinas de África, 1935, que tiene lugar en el Rift Valley situado en Tanzania.

Los desplazamientos por el continente africano me recuerdan la apresurada singladura en Ébano de Ryszard Kapuscinski.

El arca de la isla es pues un puente entre la literatura del siglo XX y las nuevas corrientes de pensamiento del hombre del siglo XXI.

Imagen de Ran

Cuando prácticamente había terminado de leer la novela, tuve ocasión de seguir en televisión una entrevista con Miguel Aranguren, y me sorprendió que tanto el entrevistador como el entrevistado pusieran el acento señalando que se trataba de una novela de aventuras. Me hizo pensar… ¿Y toda la trama presentando una tesis que da cohesión y contenido a la narración?
Efectivamente, lo mejor que tiene la novela, donde se consagra el autor como narrador avezado, es el desarrollo de las historias que componen el relato (y ahí es donde se presenta la aventura), descripción de paisajes, ambientes, lugares, etc., bajando en calidad en cuanto se refiere a diálogos un tanto superficiales.
Tal vez por esto, y porque la tesis supera ampliamente la aventura, ésta queda un tanto desmarcada y diluida.
El autor ha trabajado la novela a conciencia, mostrando erudición y buena narrativa y, sin embargo, algo falta para hacer del trabajo una novela lograda…,¿adecuación de la trama a la aventura?
En fin, se perfila un autor en progresión, y una novela que quiere hacer pensar sirviéndose de una aventura humana.