En la boca del lobo

Novela juvenil basada en hechos reales sobre la familia Cammaerts, de origen belga y residente en Londres, cuya vida se vio truncada durante la Segunda Guerra Mundial. El autor de la novela, sobrino de esta familia, ha querido de esta forma rendir un homenaje a sus tíos Pieter y Francis y, al mismo tiempo, recordar a todas aquellas personas cuya existencia se ha visto sacudida por los conflictos bélicos. Así, Pieter, el más joven, con vocación de actor y formado en la Escuela de Arte Dramático de Londres, se alistó como sargento navegante en la RAF y falleció en accidente aéreo con solo 21 años. Mientras que el hermano mayor, Francis, hasta ese momento objetor de conciencia y pacifista, decide finalmente entrar en la contienda como miembro de la Resistencia en el sur de Francia: “Tenía que alistarme y desempeñar mi papel en la lucha” (p. 54).

La novela está narrada en primera persona por Francis, el protagonista, que al cumplir 90 años rememora los sucesos más importantes que han marcado su vida. Por la noche, después de haber celebrado una gran fiesta de cumpleaños rodeado de los familiares y amigos que aún siguen vivos, recuerda los episodios más relevantes de su historia entablando un diálogo ficticio con sus seres más queridos. Así, en el primer capítulo, dialogando con su padre, Francis evoca recuerdos de su infancia, de sus hermanos, de las vacaciones de verano, de los años de formación en el internado.  A continuación, irá relatando otros hechos destacados conversando con diferentes interlocutores como su hermano Pieter, su esposa Nan, su colega Harry, y especialmente sus compañeros en la Resistencia francesa (Auguste, Paul y Christine) que le salvaron la vida.

Con un lenguaje poético y un tono de añoranza por todos los seres perdidos en la contienda y por todas las vidas destrozadas, se presentan los estragos de la guerra y la sinrazón de todas las pérdidas ocasionadas. Para el autor, Michael Morpurgo, esta es una de sus obras más personales ya que en ella presenta la historia real de parte de su familia. Para ello ha contado con la colaboración especial de Jay Cammaerts, una de las hijas de Francis, que le ha dado todo su apoyo y le ha aportado valiosos datos sobre la vida de su padre. Por último, hay que destacar las ilustraciones de Barroux que facilitan y recrean la comprensión del texto, sobre las que afirma su autor: “Con mis propias armas, luz y trazo, he seguido los pasos de Francis en un intento por acercarme más al hombre que fue. Ha sido un hermoso viaje”.