Gloria y ensueño

Historia de los Estados Unidos de América entre 1932 y 1972 (de Franklin D. Roosevelt a Richard M. Nixon). Editada en cuatro volúmenes, en el primero de ellos incluye, como antecedentes, las consecuencias del "crack" de la Bolsa de Nueva York producido en 1929, en el mandato del republicano Herbert Hoover. Junto con la historia política el autor hace una descripción de la evolución sociológica y cultural de la sociedad americana en ese periodo. Mánchester es afín al partido demócrata norteamericano.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
1976 Grijalbo
2440

Cuatro volúmenes. Subtítulo: Una historia narrativa de los Estados Unidos.

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El libro de Mánchester comienza narrando la gran depresión americana que se produjo entre 1929 y 1941, bajo los mandatos de los presidentes Hoover y F.D.Roosevelt. Nos lleva a él el deseo de comparar las medidas que se tomaron en los EE.UU. para combatir la depresión y las que se están tomando en la actualidad en España con el mismo fin. El "crack" de la Bolsa de Nueva York de 1929 arrastró a las empresas, que se quedaron sin financiación, y éstas al empleo. Presidía entonces los Estados Unidos el republicano Herbert Hoover, en tanto que en 2007 -fecha aproximada del inicio de la crisis en España- gobernaba el Partido Socialista Español con José Luís Rodríguez Zapatero a la cabeza. Hoover consideraba que la buena marcha de la economía dependía de la confianza de los consumidores e inversores y en esa apreciación ha coincidido el Presidente del Gobierno español al comienzo de la crisis. Hoover, durante tres años, no tomó medidas especiales para combatir la depresión y periódicamente repetía que ésta ya había sido superada. Sin embargo en 1932 empezó a manifestarse la crisis bancaria y el Presidente -ahora sí- instituyó un Fondo para la reconstrucción bancaria que se demostró ineficaz; los depositantes comenzaban a retirar sus fondos movidos por el pánico. Es éste el momento en el que Roosevelt asume la Presidencia. Por medios coactivos consigue que los depositantes reintegren a las entidades el oro y metálico que había sacado de Bancos y Cajas, y establece un límite al dinero que los ciudadanos podrán retirar de sus cuentas. Consigue así evitar la descapitalización y quiebra de las entidades de crédito. A continuación impulsa grandes planes de obras públicas para activar la economía y el empleo, que nos recuerdan a los "Planes E" implementados en España, pero a un nivel muy superior. El Presidente lucha contra la inflación estableciendo convenios por sectores a fin de que las empresas eviten las subidas de precios. A instancias del economista británico John M. Keynes renuncia a equilibrar el Presupuesto federal. Subvenciona la destrucción de los excedentes agrícolas con la finalidad de subir los precios que estaban llevando a los agricultores a la ruina. Por último establece un plan federal de subsidios a los necesitados. Aunque en un principio la depresión parecía no responder a ningún tratamiento, en 1934 la situación financiera se encontraba estabilizada. El paro y los subsidios se mantuvieron hasta que, en 1941, los Estados Unidos se incorporaron a la Segunda Guerra Mundial y el esfuerzo armamentístico y bélico absorbió la mano de obra. Roosevelt ganó cuatro elecciones consecutivas a pesar de la oposición empresarial y mediática, que le acusaba de tratar de implantar el socialismo en el país, y de la oposición del Tribunal Supremo que anuló muchas de sus disposiciones con el argumento de que atentaban contra los derechos de los Estados. La pregunta que se nos plantea en 2010 es si José Luís Rodríguez Zapatero será otro Roosevelt, capaz de seguir ganando elecciones con la opinión pública en contra, y algo tan importante como lo anterior: ¿Será Mariano Rajoy un nuevo Herbert Hoover que creía que lo mejor que se podía hacer por la economía era no hacer nada? Dentro de dos años podremos saberlo, pero nada es seguro. Lo que sí es cierto es que las situaciones límite producen hondas divisiones en los países que las sufren.