La bella señora Seindenman, durante el dominio nazi de Varsovia, es la joven y bella viuda de un médico judío que, junto con otros personajes heterogéneos de condición pero unidos por las dificultades externas y personales que impone la guerra, lucha por encontrar el camino de su vida ante un panorama desolador de gheto y persecución. Un sastre coleccionista de obras de arte, un joven inquieto y romántico, una monja, un juez y un oficial alemán se van encontrando y cruzando en sus respectivos itinerarios vitales, con la carga de dramatismo, humanidad y ternura que en aquellos momentos o años después – gracias a un juego literario de tiempos intercalados – les impone la necesidad de optar por la defensa de su dignidad, la valentía y la identificación con los valores humanos de su raza, religión y patria.
Comentarios
Este relato recuerda mucho a otras narraciones de autores intelectuales judíos como Steiner o Wiessel. La dignidad humana, la libertad, la paz y otros valores personales de clara proyección social son los verdaderos protagonistas de un mosaico de escenas que no llegan a conformar una historia completa, pues se trata de una novela de tesis, donde la ideas pueden más que la trama y los personajes, aunque éstos y aquella estén bien dibujados y urdidos. Y el fondo ideológico y ético que los animan, desde luego, es un ideal siempre esperanzador y deseable.
(de Ángel García Prieto)