La expansión de la fe

Cuarto de los cinco volúmenes que D. Luis Suárez Fernández dedica al estudio riguroso y completo del reinado tan fundamental para España de los Reyes Católicos. En este cuarto libro el aspecto principal a estudiar será el religioso, vital a la hora de tomar decisiones importantes. La inquisición, la expulsión de judíos y moriscos, mejor dicho de practicantes del judaísmo y del islamismo, ( a los que se convirtieron no se les expulsó) y la ingente tarea de evangelización del nuevo continente, aparecen como partes de un esfuerzo encaminado a imponer y preservar la unidad de la fe cristiana. En esta época la fe aparecía como el elemento esencial para definir una sociedad y sustentar el nacimiento del Estado. La fe contemplada como verdad absoluta, certeza que procede del mismo Dios, ofrecía seguridad y el criterio de la verdad: toda creencia distinta era falsa. Y lograr que un hombre pasara del error a la verdad, era el bien más grande que se le podía hacer. Estos conceptos son esenciales para entender cuestiones y decisiones que en la actualidad y con la mentalidad imperante en nuestra época resultan menos inteligibles. Merecen importancia también en este libro todos los estudios sobre la reforma del clero secular así como la de los religiosos.

Ediciones

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1990 Rialp
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Libro IMPRESCINDIBLE para comprender un tema decisivo en nuestra historia.Lo que parece incomprensible a nuestra mentalidad,se torna inteligible.
Si bien el Estado se centra en la unidad de la Fe,pues la religión del reino ha de ser la del Estado-al revés que los protestantes,donde el príncipe impone su religión al pueblo-,ese mismo Estado queda sometido a la Ley Moral natural y Divina,cerco potente a la arbitrariedad.La expansión de la fe en América saca del paganismo y los sacrificios humanos a gran parte de la América pre-española.
Gracias a su rigor y amor a la verdad,el polémico -usado propagandísticamente contra la Iglesia- asunto de la Inquisición queda claro:Al pasar de simple procedimiento judicial-así era en la Edad Media- a ser en 1478 nueva Institución promocionada por el Estado, depende directamente de éste.
Era Tribunal eclesiástico por sus componentes y su cometido-descubrir y recuperar a los herejes-,pero al estar inserto en el Estado,se daba la confusión de que la Iglesia reprimía,cuando en realidad lo que se daba era una interdependencia,en la que la búsqueda de homogeneidad y eficacia por parte del Estado-unidad religiosa que impone la propia historia de la nación,que se forjó en torno a la identidad cristiana,cuando ésta se puso en peligro en la invasión musulmana- hizo relevante el papel de la Nueva Inquisición.El Papa Sixto IV trató de echar marcha atrás cuando vió este subsumirse de lo eclesial en el estado,pero ya era tarde.Lo que pudo hacer fué lo siguiente:Nombrar un Inquisidor General,que trate más directamente con Roma y se sustraiga en lo posible al Estado.
LA Inquisición fué el menos duro de los procesos judiciales de la época,con un 1% de víctimas mortales en tres siglos,y coincidió con el siglo de Oro,además de ser mecenas de artes y letras.
La inquisición,si bien condenable a ojos cristianos,no debe empañar las luces de una época llena de entusiasmo por las grandes empresas morales,espirituales,políticas,culturales y sociales.