La lámpara roja

Protagoniza la narración un desconocido que tras “quinientos kilómetros de rutas azarosas y cuarenta y dos horas anteriores de vuelos y trasbordos desde Bandung donde cumplía un contrato” llega a una determinada ciudad española. Y allí intenta averiguar las circunstancias de la muerte de Juan Manuel Galíndez, jubilado y viudo de 83 años de edad, fallecido la semana anterior, que es el protagonista de la segunda historia que se entrelaza con la del primero en una trama principal. Ese lugar puede parecer Oviedo, y hay críticos que quieren ver en ciertos personajes la identidad de otros reales, pero no hay datos tan ciertos y también podría tratarse de otra ciudad y de otras personas.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2008 DG EdiÇoes
80
Valoración CDL
3
Valoración Socios
3
Average: 3 (1 vote)
Interpretación
  • No Recomendable
  • 1
  • En blanco
  • 2
  • Recomendable
  • 3
  • Muy Recomendable
  • 4

1 valoraciones

3
Género: 

Comentarios

Imagen de Rubito

La lámpara roja, como novela corta que es, tiene características de cuento y de novela y se nos presenta como "todo un vivero de sorpresas cargado de humanidad"; lleno de conversaciones cortas y vivas; coral, con varios personajes implicados que reviven desde sus diversas perspectivas hasta un inesperado final un desarrollo de novela de intriga. La mayoría de los personajes que aparecen y que son interpelados por el primer protagonista son coetáneos, amigos y compañeros de una tertulia literaria de antaño, que se denominaba "La lámpara roja". Van entrañando una trama cargada de vivencias de la vida pasada, que llenan los porqués y el paso del tiempo con la dinámica de sus complejas relaciones interpersonales. La ambientación está absolutamente dominada por las vivencias actuales de esos personajes que, con mayores o menores achaques, limitaciones y carencias, se aferran a sus escasos hálitos de vida. El autor maneja muy bien el tiempo de un relato denso, con muchas cosas explícitas o latentes y demuestra conocer también con cercanía los actuales problemas y circunstancias del mundo de las personas de avanzada edad. Esteban Greciet hace del relato una novela en cierto modo dura, pero conseguida y que en efecto - como dice su contraportada - es "un vivero de sorpresas cargado de humanidad", también para poder comprender y mejorar la relación con los mayores.

(de Ángel García Prieto)