La voz de Ofelia

Clara Janés rememora en este libro su amistad con el poeta checo Vladimir Holan y lo que supuso para ambos. Como telón de fondo, otro suceso importante en la vida de la autora: el fallecimiento de su padre en accidente de coche, cuando ella tenía dieciocho años.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2005 Siruela
108

Clara Janés rememora su amistad con el gran poeta checo Vladimir Holan y la influencia que ha tenido en su tarea de creación.

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Vladimir Holan ha sido uno de los poetas más destacados de la literatura checa del siglo pasado. Sufrió la represión en la época comunista, lo que le llevó a refugiarse en la isla de Kampa, en el Moldava a su paso por Praga, y a no admitir visitas. Clara Janés descubre su poesía y le envía un poema. Holan le invita a su casa, como si la estuviera esperando. A partir de ahí, se inicia una amistad, llena de sorprendentes presentimientos y coincidencias que se desvelan tras la muerte de Holan. Esta relación influirá poderosamente en la creación poética de Clara Janés. A estos hechos, se añaden algunas referencias a la muerte del padre de Clara, en accidente de coche cuando ella tenía dieciocho años, sobre la que también aporta alguna luz la amistad con Holan. Un libro muy sugerente y exquisito, para todos los que aprecien la poesía y deseen adentrarse en los misterios de la creación artística.