A finales de 1978, cuando el Sha Reza Palevi está a punto de ser arrojado del trono de Irán, el Ministerio de Justicia iraní ordena el ingreso en prisión de los norteamericanos Bill Gaylord y Paul Chiapparone. Ambos son responsables en Teherán de Electronic Data System, empresa fundada en Dallas (Texas) por el norteamericano Ross Perot.
La EDS había obtenido en 1976 el contrato para informatizar la seguridad social iraní. Dos años más tarde y en un ambiente pre-revolucionario, la empresa es acusada de haber obtenido el contrato mediante soborno. La EDS lo niega y está dispuesta a acreditarlo ante los tribunales iraníes una vez que Gaylord y Chiapparone sean puestos en libertad; pero para los iraníes estos son unos rehenes valiosos: saben que la empresa no abandonará el país dejando a dos de sus hombres en la cárcel.
Perot no está dispuesto a que sigan en prisión y, vista la imposibilidad de obtener su puesta en libertad por vías jurídicas, se pone en contacto con el coronel Simons, héroe de la guerra de Vietnam, para que saque a Gaylord y Chiapparone de la prisión y de Irán.
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"Las alas del águila" tiene
"Las alas del águila" tiene mucho en común con el también best seller "No sin mi hija": Historias de huída del Irán jomeinista. Ambas demuestran que la realidad puede dar lugar a aventuras tan fascinantes como la ficción.
Ken Follett maneja con gran maestría varias historias al mismo tiempo: Ross Perot y sus hombres de la EDS, la revolución iraní y el dudoso papel que ejerció en la misma la administración Carter, las cárceles de Irán y el sufrimiento en los Estados Unidos de Emily Gaylor y Ruthie Chiapparone, a la espera de la liberación de sus maridos. El núcleo del relato está en el coronel Simons, los hombres que le acompañaron y en los iraníes que cooperaron en la liberación de los rehenes y en la huída. Follett los entrevistó a todos para escribir su libro.
Hay personajes verdaderamente singulares como Rashid, el joven iraní que salió del país con los norteamericanos; o el señor Fish, intermediario turco capaz de mover cualquier voluntad haciendo circular los dólares. Está muy bien tratada la figura de Ross Perot, fundador y accionista mayoritario de la EDS, un hombre capaz de suscitar en sus hombres la mayor lealtad siendo a su vez leal con ellos.
Por último el coronel Simons. Este héroe de la guerra de Vietnam había llegado a los sesenta años viudo y solo, sin nada más que hacer que atender una granja de cerdos. En su cabeza se acumulaban negros nubarrones de desesperanza. Cuando Perot le pidió que fuera a Irán a sacar a sus hombres de aquella trampa, Simons ni lo dudó. Cumplió su misión como ningún otro hubiera podido hacerlo y murió meses después de su vuelta a los Estados Unidos como consecuencia de varios infartos. "Las alas del águila" es la historia de esos hombres y un libro apasionante.