Las hijas de Isabel II

Isabel, Pilar, Paz y Eulalia son las protagonistas de esta obra de historia novelada. Cuatro mujeres muy diferentes entre sí cuya existencia transcurrió al servicio de su madre y al de su hermano Alfonso XII. Isabel, la Chata, era la princesa castiza; Pilar murió demasiado joven; Paz fue la mujer bondadosa que siempre estuvo pendiente de la familia y Eulalia, la infanta rebelde, nunca dejó de luchar por su libertad.  

En Las hijas de Isabel IICristina Barreiro ha recreado sus vidas de novela y ha trazado un recorrido maravilloso a través de un siglo de historia, desde el nacimiento de la Chata en 1851. Con ellas viajaremos de Madrid a París, Londres y Múnich al hilo de guerras y tiempos de paz. Conoceremos a Isabel II, Luisa Fernanda, Napoleón III, Eugenia de Montijo, la reina Victoria, Sissi, Alfonso XIII o Victoria Eugenia. Asistiremos a la Restauración, el final de los imperios, el exilio de los reyes españoles o el ascenso y caída del nazismo en un baile con la historia. Nos moveremos entre las zapaterías de la calle Desengaño y los fastuosos diseños de Worth. Entre tiaras y aderezos, al son de la zarzuela, el vals y el charlestón, estas cuatro infantas de España nos desvelarán la esencia de un mundo que, tras ellas, llegó a su fin.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2022 La Esfera de lo Libros
406
978-84-1384-251-6
Valoración CDL
4
Valoración Socios
4
Average: 4 (1 vote)
Interpretación
  • No Recomendable
  • 1
  • En blanco
  • 2
  • Recomendable
  • 3
  • Muy Recomendable
  • 4

1 valoraciones

4

Comentarios

Imagen de amd

Relato histórico sobre la vida de estas cuatro infantas españolas, una “biografía coral” de Isabel, Pilar, Paz y Eulalia, hijas de la reina Isabel II y hermanas del rey  Alfonso XII. De los doce hijos que tuvo la reina Isabel, solamente llegaron a la edad adulta estos cinco herederos mencionados, cuyos destinos siguieron trayectorias muy diferentes. La obra, dividida en tres grandes partes o etapas, comienza con el nacimiento de la infanta Isabel en 1851 y termina con la muerte de la infanta Eulalia en 1958: más de cien años de la historia de España donde se relatan tanto los principales hechos históricos de cada momento como los detalles propios de su vida privada. Así, comenta la autora en el prólogo: “A través de las vivencias de estos personajes, tratamos de aproximarnos al ambiente político, social y cultural de un momento histórico: celebraciones fastuosas y atentados anarquistas, natalicios y funerales, la Restauración, las pérdidas coloniales”, pero también se reflejan las relaciones familiares, el cariño de la madre por sus hijos, las confidencias entre las hermanas, las referencias a sus vestidos, a sus joyas y complementos, las tiendas que frecuentaban, sus paseos, la asistencia a corridas de toros, estrenos de ópera y teatro, y un sinfín de anécdotas de su vida cotidiana.

La autora, Cristina Barreiro (Ferrol, 1973), profesora titular de Historia Contemporánea y doctora en Periodismo, ha realizado una magnífica labor de documentación para llevar a cabo esta obra. Así, en el prólogo, comenta algunas de las fuentes utilizadas y, especialmente, alude a los problemas que ha debido solventar según los datos conocidos de la biografía de cada infanta. Así, la más popular es la hija mayor, la infanta Isabel de Borbón y Borbón (1851-1931) que fue nombrada princesa de Asturias nada más nacer, tras varios alumbramientos malogrados de la reina. Apodada la Chata por el pueblo, castiza y protocolaria, dedicó toda su vida al servicio de la Corona. Mientras que la menos conocida es la infanta Pilar (1861-1879), cuya muerte prematura apenas ha dado pie a trabajos específicos sobre su figura. Con respecto a la infanta Paz (1862-1946) fue por su matrimonio princesa de Baviera, una mujer creyente y comprometida, defensora de la paz, que vivió las dos guerras mundiales en una de las zonas más conflictivas. Y, por último, la infanta Eulalia (1864-1958), la hija menor, casada contra su voluntad, se separó y está considerada como la princesa rebelde. Escribió sus propias Memorias, publicadas en 1935, y, aunque son imprecisas en términos históricos, resultan muy útiles para recrear el contexto familiar y político, tan importante en este relato.

Así pues, se trata de una obra muy bien documentada, escrita con un estilo ameno y acertado, que resulta muy recomendable para todos aquellos lectores interesados no solo en la Historia con mayúscula, sino también en la vida particular de la intrahistoria, "que sirve de fondo permanente a la historia cambiante y visible".