Las reglas del juego

Gabriel Allon es un veterano espia que vive casi retirado, dedicado a la restauracion de obras de arte para el Vaticano. Pero la violenta muerte de un periodista le hara volver a entrar en accion y regresar a la Rusia poscomunista, donde la corrupcion y las maas dominan el poder economico y politico. En este ambiente d e tension y violencia, el Mossad y la CIA descubren que un poderoso tratante de armas ruso esta a punto de realizar una entrega a Al Qaeda que podria provocar una sangrienta oleada de atentados a escala mundial.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2012 Planeta
432
9788408109372
Valoración CDL
3
Valoración Socios
3
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Imagen de JavierCanals

La perseverancia literaria de Daniel Silva es admirable. Este libro es una nueva entrega de la serie de novelas de espías centrada en Gabriel Allon, legendario agente casi retirado, su equipo habitual, sus superiores y sus enemigos acostumbrados. Al comienzo de la novela, Gabriel celebra su luna de miel en el norte de Italia, restaurando un famoso cuadro por encargo del Vaticano. Cuando está a punto de acabar su tarea, fallece un periodista de una gaceta de la oposición en Moscú, y otro periodista del mismo medio solicita una entrevista con Allon, y solo con él. Se acuerda un encuentro en el Vaticano, bajo medidas extremas de seguridad, pero el resultado no puede ser peor: el periodista muere en los brazos de Allon, al parecer envenenado por un agente con aspecto ruso.
A partir de ahí, la situación se va enredando, se descubre una amenaza enorme para los «judíos y los cruzados», y se identifica a la persona clave, un comerciante de armas, antiguo agente de la KGB. Como de costumbre, Gabriel se siente obligado a tomar cartas en el asunto.
Al igual que las demás obras de este autor, el libro se lee con gusto, el ritmo va acelerando hasta unas 20 páginas antes del final, y Gabriel Allon sigue acumulando cicatrices y peligros mortales, de los que se recupera al lado de Chiara, su segunda mujer después de la muerte de la primera en un atentado, y de sus cuadros.
Recomendable para los que aprecian este tipo de literatura, y aceptan la perspectiva del Estado de Israel y su política de cero tolerancia frente a los terroristas. Desde el punto de vista literario, llaman la atención la calidad constante y el cuidado de los detalles en cada una de las entregas. Por otro lado, son libros previsibles y, en cierto modo, prescindibles, pero muy apropiados como lectura de esparcimiento a un nivel relativamente alto.

Imagen de Ran

Se trata de un episodio de espías, acción e intriga en el momento actual. El personaje central es un agente del servicio secreto israelí con carácter y personalidad resolutiva y, a la vez, humana: así arriesgará su vida por no abandonar a su aire a la persona que ha de conseguir la información crucial, cuando  todo parece perdido.
El argumento es un caso de tráfico de armas; el autor lo presenta como delito intolerable cuando la venta de armas se realiza a terroristas por parte de la mafia rusa, pero es más benévolo cuando son los países de occidente quienes facilitan esas armas en conflictos africanos como medio para defender sus intereses políticos y económicos.
El relato es fluido y la trama está bien urdida: se lee con interés; amaga varios finales y luego complica la acción hasta la resolución final de la intriga in extremis.