Los chicos de diciembre

Hay pocas sensaciones como meter los pies en el mar por primera vez. Para los cinco chicos huérfanos protagonistas de esta novela, las vacaciones de verano con una familia de acogida representan la libertad. Al final del verano, cuatro de ellos volverán al frío y triste orfanato. Sólo uno de ellos será adoptado. ¿Hasta dónde estarán dispuestos a llegar con tal de hacer méritos? Los chicos de diciembre, un clásico de la literatura australiana, es una novela realista que explora los límites de la amistad.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2007 SM
266
9788467518382
Valoración CDL
3
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Imagen de wonderland

Australia, años treinta. A un pueblo costero llamado Captain’s Folly llegan, a pasar las vacaciones, cinco chicos procedentes de un orfanato de monjas. Poco a poco se van integrando en el pueblo y conociendo a sus singulares habitantes. Cuando accidentalmente averiguan que un joven matrimonio sin hijos que les caen muy bien, están pensando en adoptar a uno de ellos, cada uno de los chicos maquina cómo hacer méritos para ser el elegido.
Novela que no tiene nada que ver con las historias de pandillas tan de moda en los años sesenta. Sí se podría poner junto a obras de aquellos años como El Señor de las moscas o Una paz solo nuestra, aunque su intensidad y su dureza sea mucho menor, pues su tema es el mismo: cómo pueden incubarse sentimientos de rivalidad entre chicos que acaban dando lugar a comportamientos traicioneros, cómo algunas circunstancias pueden hacer aflorar el poso de maldad que hay en el corazón.
El narrador es uno de los chicos llamado el Atorao. Es él quien escuchó el comentario clave y quien, años después, cuenta lo sucedido. También es él, con frecuencia usando un marco de madera dorada que actúa como una especie de disparadero para sus imaginaciones y que tiene un valor simbólico en el conjunto de la novela, quien indica cómo veía las cosas entonces y cómo parecían verlas sus compañeros.
El relato está bien escrito, las descripciones son buenas, el paso de la historia es tranquilo pero, en los finales de los capítulos, se atiza el interés del lector anunciándole que pasarán cosas: «por desgracia, la canción pronto empezaría a desafinarse». Los personajes de los chicos y de los habitantes del pueblo están bien presentados y la fascinación que algunos ejercen sobre los chavales es convincente.