Mis sentencias ejemplares

Desde hace una década hasta ahora, el titular del Juzgado de Menores nº 1 de Granada, don Emilio Calatayud, ha empezado a ser conocido por el tipo de penas rehabilitadoras que impone a los menores (mayores de catorce años y menores de diez y ocho) que pasan por su Juzgado; por ejemplo aprender a leer y escribir. Con la ayuda del personal del mismo y la colaboración de un grupo importante de empresas y ONGs, entre las que destaca IMERIS (Intervención con menores en riesgo social); con su personal valentía y sentido humanitario el Juez ha conseguido sacar de la calle a muchos jóvenes y poner fin a su incipiente carrera delictiva. Calatayud, junto con el periodista Carlos Morán del "Ideal" de Granada, cuenta lo que llama sus "sentencias ejemplares"; por ejemplo a un menor que había suspendido casi todas las asignaturas en junio le obligó a aprobar cuatro en septiembre. Son sentencias rehabilitadoras, pensadas a la medida de las necesidades del menor. También relata los delitos cometidos por estos que más le han impresionado y explica la labor que realiza el reformatorio en régimen cerrado de Tierras de Oria, en Almería, donde la finalidad es conseguir que los menores adquieran un carácter disciplinado.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2008 La esfera de los libros, S.L.
354
978-84-9734-766-2

Ilustraciones de Enrique Ruiz Juristo.

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Sin ser un libro maravillosamente escrito –intervienen demasiadas manos-, "Mis sentencias ejemplares" transmite al lector aquello que pretende. Primero que existe una delincuencia infanto-juvenil y sus posibles causas (ver Apéndice 2: "Decálogo para formar delincuentes"). Segundo que se puede poner fin a esa carrera delictiva incipiente a través de medios sencillos, que involucren al menor y supongan un ejercicio de autoridad: de la autoridad de la Ley, del Juez y de los poderes públicos. Tercero que el Derecho sirve –algo que hoy se pone en duda habitualmente-, siempre que se aplique con imaginación y sentido común. Al terminar de leer el libro uno piensa que haría falta gente como el Juez Calatayud en todos los ámbitos de la sociedad. El Juez afirma: "Yo, en el Juzgado, tengo el poder del Estado al servicio de los ciudadanos". Algo que no entienden la mayoría de los políticos, funcionarios e incluso jueces que prefieren presentar un "perfil bajo" ante las dificultades. Emilio Calatayud cree en muchas cosas: en el Derecho y los órganos que lo han de aplicar, en el valor educativo y rehabilitador de las penas, y sobre todo en la persona, principalmente en aquellas que –por las causas que sean- han empezado a desviarse del buen camino. Al Juzgado de Menores nº 1 de Granada se le atribuye un 70% de éxitos en la rehabilitación de menores. Esto se pone de manifiesto, entre otras cosas, en que los antiguos clientes del Juez Calatayud no pierden ocasión para volver a saludarle y contarle sus éxitos profesionales (en áreas distintas a la de la delincuencia) o, por el contrario, cuando han tenido la desgracia de reincidir en el delito, para contarle sus problemas.